Los días donde la televisión y la radio eran la influencia número uno en la sociedad han quedado en el pasado, hoy en día vivimos en un mundo donde las redes sociales y plataformas de contenido en línea tienen más influencia que nunca gracias al volumen de su audiencia y la diversidad de contenidos acorde a cada segmento de la población. Sin duda hoy en día si quieres vender un producto o un servicio es más redituable invertir en una plataforma en línea o un creador de contenido como lo son los youtubers, bloggers e influencers a invertir en un medio como la radio. Sin embargo esta influencia masiva dentro de la sociedad es un arma de dos filos, mientras la industria va evolucionando y la información se globaliza, a su vez mensajes y conductas negativas también están al alcance de quienes consumimos contenido en Internet, ningún rubro esta exento y en el caso de la moda es algo más común de lo que crees.

Los “Shopping hauls” son un fenómeno que vimos nacer en Youtube, donde -por lo general- jóvenes comparten por medio de un video sus últimas compras en tiendas de fast fashion, haciendo énfasis en los “increíbles” precios bajos y las gangas que encontraron en su travesía por Forever21 o Zara. Por increíble que parezca la influencia que tienen estos videos en las nuevas generaciones es gigante, cuestión que se ve reflejada en las miles de “views” y la cantidad de comentarios que generan en torno a cada una de las piezas mostradas en el video, generando intriga y admiración por encontrarse con lo mucho que pueden comprar con tan poco dinero.

Sin duda alguna este fenómeno es muy querido por las grandes corporaciones de moda rápida como lo es Inditex gracias a que ellos obtienen publicidad -en la mayoría de los casos- gratuita y con un impacto grande y real, ya que el engagement que generan los influencers con sus seguidores tienen un valor real y efectivo, cuestión que ha aumentado y beneficiado aún más a estas empresas gracias a la migración del fenómeno del “Shopping haul” a Instagram, donde diariamente podemos ver por medio Instagram Stories videos de bloggers o influencers que presumen cual tesoro a sus últimos hallazgos en las ofertas de temporada en tiendas de fast fashion, mostrándonos una muestra muy bien curada de prendas en tendencia a precios ridículamente bajos.

Tal vez esta práctica te suene inofensiva y un tanto positiva, sin embargo al analizar el trasfondo de ello y el efecto que tiene en quienes consumen este contenido, es un fenómeno que más que ayudar a la industria de la moda, está retrasando una lucha por una industria ética y transparente que activistas y marcas alrededor del mundo llevan años tratando de lograr.