El mundo toma nota de todas aquellas cosas que suceden a nuestro alrededor. Lamentablemente –o afortunadamente para algunos– la política es parte de los sucesos más impactantes e importantes de nuestro planeta, ya que la mafia del poder rige muchas de las normas que seguimos como sociedad, las cuáles transforman nuestro entorno y por ende, la realidad que viven millones de personas alrededor del globo –incluidos los diseñadores y consumidores de moda–. Es por ello que cada acción que toman los altos mandos, son un factor innegable de los movimientos que tendrá la población; movimientos que no excluyen a la moda, que observa muy de cerca cada uno de ellos para también poder formar parte de dichos cambios. 

¿Pero qué sucede cuando esto es a la inversa?, ¿qué pasa cuando la política es quién observa con detalle los movimientos de la industria y como éstos crean un nuevo entorno? Los políticos son quienes vuelven su atención a la moda y a la cultura pop en un intento de arrebatar nuevas formas de comunicación: payasada, tras payasada, éstos chistes no son nuevos, ya que ambos sectores (la política y la moda) han estado vinculadas durante mucho tiempo. Los diseñadores han utilizado su ropa para llamar la atención acerca de asuntos importantes: utilizando ropa femenina en hombres, cuestiones antiterroristas, protestas feministas en las pasarelas y reflexiones acerca de la guerra, son solo algunas de las declaraciones políticas más memorables de la historia de la moda.

– And God Created Man por Jean Paul Gaultier –

Fue en 1984 cuando a quien llamaban el niño terrible de la moda (enfant terrible), Jean Paul Gaultier, causó revuelo al presentar una pasarela con hombres utilizando faldas como platillo principal; “And God Created Man” fue el nombre que dió mucho de que hablar durante aquél año, generando una sincera división entre los escritores y editores de moda de la época, que se quedaron disgustados y los amantes de la presentación, que catalogaban al desfile como “Lo más importante que había pasado en la moda en los últimos 20 años”.  Más de una vez se negó que la colección fuera un intento de provocación, sino que su inspiración fue tomaba de los tradicionales uniformes masculinos alrededor del mundo: la falda escocesa, los Hakama japoneses y los delantales parisinos; desde aquél desfile, grandes de la moda como Westwood o Watanabe han implementado faldas masculinas en sus colecciones.

– Slogans poderosos –

Katharine Hamnett tenía una opinión y no una obstinada, sino una muy poderosa. Sus camisetas oversize con lemas políticos impresos en gran tamaño, dieron mucho de qué hablar durante las últimas cuatro décadas. “Choose Life”, “Wear A Condom” y “58% Are Opposed to Pershing”, son sólo algunos de los lemas impresos que han desfilado en las pasarelas y que han sido utilizados por las súper modelos más importantes de la industria. 

Éstos lemas han sido ejemplo para diseñadores como Vivianne Westwood con sus camisetas en donde se lee “I Am Not a Terrorist” y Christopher Shannon con el lema “Save Me”, reafirmando así el poder político que puede tener una prenda impresa con tan sólo unas cuantas letras.

– PUSSY RIOT –

Cuando los derechos LGBT fueron restringidos por parte de Rusia en el 2013, el mundo de la moda tomó una postura desafiante. 

Gareth Pugh, Nick Knight y Ruth Hogben crearon una serie de cortometrajes de SHOWstudio con un cast de diseñadores, editores de moda, modelos y fotógrafos que utilizaban pasamontañas; “Proud to Protest” fue una oleada de fotogramas en blanco y negro que se estrenó en los Juegos Olímpicos de Sochi 2014, en donde los protagonistas revelaban su identidad de manifestante silencioso quitándose los pasamontañas de encima: Kate Moss, Henry Holland y Shayne Oliver fueron algunos de los personajes más importantes de esta poderosa muestra de solidaridad, enfatizando la necesidad de un desafío a los abusos de los derechos humanos en Rusia, que alcanzaron un nuevo punto bajo cuando se aprobaron las leyes de propaganda anti-gay ese mismo año.

– “Preferimos ir desnudas que con pieles.” –

Un slogan que se colocó encima de Naomi Campbell, Christy Turlington, Elle MacPherson y Cindy Crawford en un póster emblemático para la campaña de PETA en el año de 1994; la imagen en blanco y negro formaba parte de una serie de tomas que reunían a las supermodelos más reconocidas de los años 90’s, presentando una campaña que dio paso a un cambio dramático hacia el tacto para el grupo de derechos animales más grande del mundo. 

La campaña fue todo un éxito: En lugar de representar el daño animal con imágenes grotescas o llenas de sangre, se buscó representar la moda ética de manera exuberante, manteniendo vigente dicha campaña con un gran número de personajes importantes de la industria de la moda en fotografías posteriores, incluyendo a Stella McCartney y Vivianne Westwood.