En los últimos años la palabra feminismo ha formado parte de las conversaciones de la mayor parte de la población a nivel mundial. Y no necesariamente de una manera positiva. El Merriam Webster Dictionary inclusive la nombró la palabra del año durante el 2017. ¿Pero qué significa en realidad el “feminismo”? ¿Cómo surgió y qué busca?
Cuatro artículos después y sobreviviente a un sin fin de cuestionamientos diarios, decidí que este es el momento indicado para de una vez por todas definir el feminismo como concepto y explicar un poco su origen y relevancia.
En primer lugar, les voy a compartir la definición que propone el mismo Merriam Webster Dictionary sobre el feminismo:
1 : la teoría de la equidad política, económica, y social de los sexos.
2 : actividad organizada por los derechos e intereses de las mujeres.
Actualmente la definición que utilizamos es la primera “equidad política, económica y social de los sexos” pero ¿qué pasa con la segunda definición? Si bien es cierto que dicha frase nos habla únicamente de los derechos e intereses de las mujeres, existe una razón importante por la cual se da esto.
En un giro irónico, la palabra “feminismo” fue utilizada por primera vez por un hombre. Charles Fourier era un filósofo socialista con ideas radicales, y de una manera u otra llegó a concebir el termino feminisme. Aún y cuando Fourier no se convirtió en un activista en favor de los derechos de las mujeres, el término fue adoptado por personas que sí.
La primera ola del feminismo se dio en el siglo XIX a partir de la revolución francesa. Este primer movimiento luchaba por obtener la ciudadanía para las mujeres argumentando que contaban con el mismo nivel de inteligencia y capacidad que la otra mitad de la población. Los pensamientos del siglo de las luces fueron un gran catalizador para el movimiento, ya que ofrecieron una nueva perspectiva sobre la manera en que la sociedad vivía.
La segunda ola del feminismo ocurrió desde mediados del siglo XIX hasta los 50s del siglo XX. Muchos podemos recordar ver en Mary Poppins a Winifred Banks salir con sus amigas a luchar por el sufragio efectivo de la mujer en Inglaterra. Es por esto que a esta etapa se le conoce como sufragista. Las mujeres salieron a las calles para luchar por su derecho al voto y fue en este momento en que el activismo se extendió a las clases media y baja.
A la tercera ola del feminismo se le conoce como feminismo contemporáneo. Inició en los 60s y existen teorías que dicen que terminó al final de los 80s, otras que lo seguimos viviendo. Lo importante aquí es que esta tercera ola ya no solamente se centra en el sufragio o derecho de propiedad, sino que busca la equidad en las esferas pública y privada:
Existen opiniones encontradas sobre si actualmente nos encontramos en la cuarta ola del movimiento. Y es que el activismo el día de hoy no se ve como el activismo del siglo XIX o XX. El activismo hoy en día ya no es solo sobre salir a la calle a protestar, sino que ahora se da también de manera digital. De igual manera el feminismo ahora también reconoce la multiculturalidad de las mujeres. Diariamente somos testigos de las muchas publicaciones que nuestros aliados feministas comparten en sus redes sociales sobre la búsqueda de la equidad de género. Hashtags como #MeToo y #TimesUp bastan para darnos cuenta de esto.
Si bien las primeras olas del feminismo se centraban en la lucha de las mujeres por obtener derechos con los que ya contaban los hombres, a partir de la tercera ola podemos ver cómo la conversación cambió, y en lugar de luchar solamente por intereses de la mujer se comenzó a luchar por la equidad política, económica y social de los sexos. Es aquí entonces cuando vemos la evolución del termino para concebir la definición que todos conocemos el día de hoy.
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