No me malinterpreten, como muchos me considero admiradora de la vida y obra de Kahlo, sin embargo, después de años de estudiar la industria de la moda internacional y nacional he llegado a la conclusión de que como país nos hace falta evolucionar en materia de diseño y “apropiación” de nuestras raíces mexicanas. ¿Por qué lo digo? lo que sucede es que durante años fuimos testigos del surgimiento de una industria de la moda en México que replicaba lo que sucedía en otros países con bases más establecidas en materia de moda como lo son Estados Unidos, París e Italia, cuestión que ha cambiado con el surgimiento de una conciencia colectiva por rescatar nuestros orígenes mexicanos, donde después de décadas en donde buscábamos inspiración fuera de nuestro país o inclusive continente, por fin llegamos a un punto en el que nos dimos cuenta de la gran riqueza cultural que existe tan cerca de nosotros ¡y nos encanta!

Desde el ángulo que lo veamos existe demasiado material creativo para explotar y producir moda nacional con una propuesta de valor en materia de diseño e innovación, el problema aparece cuando se genera un bloqueo creativo colectivo que genera interpretaciones literales de vestuarios de Frida Kahlo, bordados indígenas en colores típicos, catrinas, flores, la Virgen de Guadalupe, Xoloitzcuintles y una lista infinita de cualquier motivo que haría a un extranjero gritar ¡Feliz cinco de Maio!.

Todo esto conlleva a un punto donde la propuesta de diseño se pierde y se convierte en un souvenir mexicano para un turista extranjero en lugar de ser auténtico diseño mexicano con valor.

¿Es posible encontrar un equilibrio entre nuestras raíces mexicanas y crear una propuesta de diseño con valor?

La respuesta es sí, el país sigue evolucionando en materia de moda y está en nosotros los consumidores la labor de darle honor a quien honor merece y seguir apoyando a diseñadores y marcas que realmente están generando moda mexicana y no souvenirs para extranjeros donde muchas veces ni siquiera se utiliza mano de obra mexicana y son más bien prendas re-etiquetadas y vendidas como “producto mexicano”-Tristemente, historia verídica-.

Nacimos en un país donde existe tanto por mostrar, reinterpretar y darle al mundo, que al paso en el que va la industria en México no dudo que en poco tiempo se posicione como una capital más de la moda, mientras tanto dejemos descansar a Frida y mejor trabajemos en propuestas de diseño auténticas donde no necesitemos bordar a una Catrina para demostrar que somos orgullosamente mexicanos.

A continuación te compartimos diseñadores mexicanos que están poniendo en alto el nombre de nuestro país mediante propuestas con un ADN 100% mexa sin necesidad de asaltar el pasillo de chaquiras y pompones de Fantasías Miguel.

Sánchez Kane

Yakampot

Carla Fernández