El otro día estaba viendo Guerra de Novias, sí, esa donde Anne Hathaway y Kate Hudson se pelean por tener la boda perfecta. No podía dejar de pensar que de pequeña, siempre quise casarme en un vestido ‘pomposo’ con mucho tul pero ahora, con la gran cantidad de nuevas opciones, me di cuenta que cada que veo un vestido blanco me imagino casándome en el sin importar el diseño. Esto me puso a pensar si en verdad son tantas las ganas de casarme o es que en realidad, los vestidos de novia son una mera obra de arte que no puedo dejar de admirarlos.

Las películas románticas y de princesas, crearon una imagen casi intangible de lo que es una boda, comenzando por el hecho de que todo tiene que ser perfecto. Los arreglos, la iglesia, el salón, los zapatos, la cena y claramente el vestido, deben ser todo lo que has soñado.

Alfonso Méndiz, Catedrático de Comunicación Audiovisual y Publicidad de Universitat Internacional de Catalunya, menciona en su artículo La influencia del cine en los jóvenes, publicado en la revista Cinemanet que, la película afecta simultáneamente nuestra psique, por lo que es incapaz de separar los estímulos y anteponer para cada uno un filtro, llevando a relacionar la imagen que vemos con una experiencia personal.

Entonces, ¿Anne Hathaway, Keira Knightley, Jennifer Lopez y demás me hacen pensar que todos los vestidos de novia son mágicos y hermosos? Puede ser, después de todo, son esos momentos de ensueño que veo a través de la pantalla los que crean mis altas expectativas.

Por otro lado, la Bridal Fashion Week ha sido una gran plataforma para mantenerme al tanto de cada uno de los nuevos diseños y a la vez, hacerme llorar de lo extraordinarios que se ven en las fotos y videos de las influencers en edad casadera. Sin embargo, la semana de Alta Costura, también presenta algunas propuestas aunque en una mínima cantidad pero que, si me pongo a analizar cada una de ellas sin importar el color, en definitivo va directo mi carpeta de wedding dresses. Ahora, ¿los vestidos son magníficos porque se consideran Alta Costura?

La definición que tenía en mente sobre la Haute Couture es algo errónea. Business of Fashion la define como: piezas hechas a la medida para un cliente específico de la alta sociedad. Pues, tal cual es su traducción del francés Alta Costura. Por lo tanto, el hecho de que me digan ‘a la medida’ o ‘personalizado’  me hace sentir especial y es justo por eso que deseo tenerlo.

Mis ganas de casarme son mínimas en comparación con las ganas que tengo por viajar pero, los vestidos de novia, sin duda, tienen ese je ne sais quoi que no importa cual sea el estilo; holgado, con capa, corte A, recto, corto o largo, me harán desearlos hasta el fin del mundo por lo que representan, una prenda que marca el inicio de una nueva etapa.