Las bodas son eventos que causan emoción entre la sociedad porque implica fiesta hasta el amanecer y la celebración del amor. Pero hay algo que siempre da mucho para pensar: el look con el que asistirás, porque al parecer debe ser uno que dé de qué hablar.

Hace poco me encontraba en la búsqueda del vestido adecuado para asistir a una boda, y encontré uno negro, ya que estaba buscando algo simple. Al probármelo, el comentario que recibí fue: “no tiene nada de especial”. Esto, inmediatamente me hizo pensar en que tenía que conectar con el vestido pero, ¿cómo hacerlo entre las mil opciones que los lugares de renta te ofrecen?, y eso que era solo una invitada más a la boda de la hermana de una amiga.

Cuando eres invitado directo de alguno de los novios, por obvias razones sientes la necesidad de sí encontrar un vestido con el que conectes y te sientas ‘lo más tú’ posible. Pero, al tratarse de ser la pareja de un invitado o invitado “externo”, no es el mismo sentimiento.

En una tienda de renta hay más de 50 opciones de vestidos de todos los sabores y colores. Al verlos, emociona. Sientes que estás dentro del clóset de Kim Kardashian, quieres probártelos todos. Sin embargo, al hacerlo, no todos te llenan y hasta te sientes triste al ver que no te queda justo como lo imaginaste y que deben de hacerse ‘n’ mil ajustes para que lo sea y los cuales, cuestan.

El comprar un vestido de noche no siempre es opción, porque a final de cuentas solo lo usas una vez y le piensas para usarlo en otra ocasión. Es por eso que rentarlo es una mejor opción, además de que te da la posibilidad de probar con estilos que te sacan de tu zona de confort.

Pero, ¿te has puesto a pensar en las mil historias que cada uno de esos vestidos ha vivido? Seguramente han pasado por aventuras únicas que de cierta forma renta con renta van absorbiendo, que al ponértelo, sientes esa vibra de fiesta interminable.

Aunque al recibir un cumplido a veces no sepa qué contestar porque no lo siento como “mi vestido”, lo tomo como un comentario constructivo para seguir ampliando mi estilo y agradecida del buen gusto que tuve al elegir el vestido correcto para la ocasión.

Amamos esta opción porque es divertido jugar a que tienes un gran clóset lleno de vestidos largos como los de las princesas y que los compartes con todas tus hermana, al mismo tiempo de que cuidamos del planeta en la forma más fashionable posible.