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Hablemos de miedo...

Por Cynthia Gonzalez

En el mundo actual repleto de comprobaciones tener dudas es algo se percibe como poco alentador. Muchas de las personas que asisten a una consulta psicológica, externan su temor o desesperación a no saber responder el motivo por el cual se sienten de alguna manera, muchos de ellos perciben su duda como una vulnerabilidad y un estado en el cual no pueden conocer o controlar todo lo que son y hacen.

Hablar de miedo, es extendernos en un tema tan grande y tan individual como el ser humano mismo. Cada persona adapta su concepto de miedo y la manera de enfrentarlo o evadirlo, en dicho caso. La descripción más común que se encuentra de este concepto, habla sobre un objeto o factor externo que se percibe como amenazante y ante esto, es necesario huir y protegerse.

scared horror GIF

Pensemos en que el miedo es una de las sensaciones más primitivas del ser humano, las cuales le han servido a manera de supervivencia. Recordemos que antes los primeros pobladores se enfrentaban a animales, condiciones climáticas, otras personas o algún factor externo que desconocían totalmente y por lo tanto, al sentir algo diferente en su cuerpo, optaban por apartarse y cuando se familiarizaban con el objeto, luego de observarlo y hacer intentos, podían enfrentarlo.

Actualmente la sensación no es muy diferente, ¿verdad? Pensemos en un incendio, el primer instinto es asustarse y salir corriendo antes de que se consuma el lugar con nosotros en el interior o ir a una entrevista de trabajo la cual provoca nervios, pero al hablar de uno mismo y de lo que trabajamos, al estar familiarizado con dicho tema, la preocupación en su mayoría disminuye. Pero, ¿Qué pasa cuando el temor viene de adentro? ¿Cuándo no podemos huir de lo que está en nosotros mismos?

Al pensar en miedo, imagino a los hombres y mujeres de todas las edades que en algún momento se han sentido conectados con este sentir y la manera en la que se manifiesta; en algunos casos aparecen síntomas como nerviosismo, sensación de ahogo o sudoración, pero en otros; difícilmente podemos verlo.

mental health girl GIF by Chabaski

Muchas veces, el temor se encuentra oculto en acciones cotidianas, en donde las actividades son atendidas con prisa, repleta de trabajos, dispositivos móviles encendidos 24/7, ejercicio extremo, cambios en los hábitos de alimenticio o en el exceso de videojuegos, la vida se pasa horas y horas en estas actividades. Dejan de lado lo que sucede, ahora no se tiene tiempo de pensar en eso que preocupa. Sin embargo, de una u otra manera lo que acontece interiormente busca el medio para manifestarse, brota de maneras diversas que causan malestar en la persona.

Pero ¿cómo es que medimos el miedo, el dolor en el alma y la tristeza que lo produce? ¿cómo sabemos que está ahí? ¿cómo se siente o cómo se palpa?, me parece que difícilmente responderemos a estas preguntas, comenzando porque es algo inmaterial, lo cual desde un primer momento nos hace humanos. Pero un comienzo beneficioso es dudarlo, en cuanto aparece la duda, se genera la curiosidad. Si dudamos de sentirnos cómodos y seguros, seguramente algo está pasando con nosotros que pone en juego la respuesta.

Ciertamente, no podemos huir de nosotros mismos, pero podemos intentar conocernos un poco, entrarle a la duda y que, aunque la respuesta genere miedo, posibilitará un poco de libertad, la libertad de elegir, de conocer, de decidir si conservar lo que tenemos o construir cosas nuevas, pero sobre todo la libertad de sentir y sentirnos.

Lic. Cynthia Gonzalez

Psicóloga 

IG: @psi.cynthiagzz

psi.cynthiagonzalez@gmail.com

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