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análisis

La menstruación y el misterio de por qué sigue siendo un tabú

Por Pame Clyne

¿Por qué la sangre de la menstruación nos da asco?

¿Por qué algo tan natural tiene que ser un tema de asco?

¿De dónde viene esta creencia?

¿Por qué es visto como algo sucio? Por ende, ¿las mujeres somos sucias?

¿Por qué podemos ver películas o series sangrientas? Pero ver la sangre de la menstruación nos causa repulsión.

¿Por qué tenemos que sentirnos avergonzadas de hablar de la menstruación con los hombres?

¿Por qué tiene que ser incómodo para los hombres?

¿Por qué separan a las niñas de los niños para hablar de la menstruación en algunas escuelas?

¿Por qué las mujeres tenemos que esconder tampones, pads femeninos, copita… cuando vamos al baño?

¿Por qué se pretende que las mujeres vayamos por la vida escondiendo la menstruación?

¿Por qué nos tachan de “débiles” cuando nos quejamos de cólicos?

¿Por qué las mismas mujeres rechazamos nuestra propia sangre menstrual?

¿Por qué juzgamos a otras mujeres por las decisiones sobre qué productos menstruales usar?

¿Por qué podemos chupar la sangre de una cortada de un dedo (hasta de otra persona), y no podemos ni ver la sangre menstrual?

¿Por qué?

 

Tantas preguntas que pongo sobre la mesa porque me sorprende que no podamos todavía normalizar la menstruación. Es un tema que muchos y muchas no pueden ni mencionar. Algo que le pasa a la mitad de la población mundial, y sin embargo es tabú; es “asqueroso”.  Esta actitud colectiva nos encierra en un ambiente de pudor.

Me acuerdo perfecto de un viaje a Acapulco con mi familia, en donde compartí cuarto con mi hermano más chico. Para mi suerte me tuvo que bajar ese fin de semana, y yo no usaba tampones (sigo sin usarlos, no son lo mío). Mis días de playa y sol se redujeron a estar en la sombra en shorts con cólico. Para rematar la historia, sabemos que el día más pesado siempre suele ser el segundo día, ¿no? Tuve muchos coágulos, y tapé el baño compartido con mi hermano. No se me olvida lo que me dijo: “ahora sí que me diste asco”. Para sus ojos fue lo peor que pude haber hecho. Además como si yo lo hubiera hecho a propósito. De por si ya es una situación incómoda, encima de todo hice algo repulsivo.

Urge empezar a normalizar la menstruación, sobre todo desde un lado muy positivo y sano, para así empoderar a las niñas. Para prevenirles el miedo, la vergüenza, el asco… Seguir con esta narrativa lo único que ocasiona es que las niñas crezcan con severas inseguridades sobre sus cuerpos. ¿Sabían que nuestra sangre menstrual contiene células madre? Sí, mismas que tienen capacidades regenerativas para reparar tejidos y reemplazar células enfermas. En lo personal, esto es me suena más como a un milagro que repulsión.

En algunas culturas, cuando las mujeres están menstruando no tienen permitido entrar a los lugares sagrados, o a preparar la comida de los demás, o simplemente estar cerca de otros. Niñas que faltan a la escuela en estos días, lo que afecta su nivel de educación. Mujeres que son aisladas como si estuvieran en una especie de cuarentena. Me sorprende muchísimo, y me da coraje al mismo tiempo. Una función natural del cuerpo no merece tan mala reputación.

*Si no han visto el documental Period. End of Sentence, que ganó el Oscar este año, pongan Netflix ahora mismo (literal dura 15 minutos).

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Por otro lado, en muchos países los productos menstruales son considerados como un lujo en vez de una necesidad, pues les agregan un impuesto adicional.  Lo que resulta que muchas mujeres no tengan acceso a comprar estos productos.

 

El hecho de que se haya aceptado un emoji para simbolizar la menstruación es un enorme paso para romper con este tabú, pues va a ayudar a generar un mensaje positivo e inclusivo en los jóvenes. Al mismo tiempo, marcas como @shethinx y @thehoneypotco están haciendo su parte, cambiando el chip hacia una perspectiva más abierta y educacional sobre la menstruación.

 

Sé que al final del día cada quien hace con su cuerpo lo que quiere, y todos tenemos derecho a la privacidad, pero sí es importante tener presente que, al evitar la realidad de la menstruación, perpetuamos ignorancia y estereotipos negativos. It’s okay to talk about our periods!

Instagram: @peacewithpain

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