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análisis

Nunca dejes de cantar

Por Alina Tijerina

Mi piel se eriza al escuchar el canto. La manera en la que se desplaza por el mundo tomando vida en las voces de las mujeres que lo gritan con tanta experiencia, tanto dolor, hacen que recorran escalofríos por mi espalda por presenciar lo que en un futuro leerán en los libros de historia. “Lo estamos logrando” me digo a mi misma. La esperanza de que al fin nos estén escuchando y que no tengan manera de quejarse ya que no involucra nada de violencia, ni daña sus preciados monumentos, crece con cada país que toma su versión de la canción y la hace propia. 

Hasta que llegaron las burlas. Todo el tiempo que hemos alzado la voz nos hacen callar con violencia, con amenazas a nuestra integridad sexual, con comentarios sobre cómo es que vandalizamos su ciudad sin si quiera pensar por un segundo en lo que para nosotras es ver a una más morir. Pero, ¿las burlas? Esas son un golpe al hígado. No me malentiendan, no estoy diciendo que las burlas duelan más que las 9 mujeres que mueren al día, pero sí me generan un asco increíble por ver cómo es que hacen de algo tan fuerte, doloroso e importante, un chiste.

Los futbolistas con sus “réplicas” de la coreografía, los marinos haciendo lo mismo, gente que, cabe mencionar, están aquí para protegernos. Si ves mi lucha como un chiste, ¿cómo me ves a mí? ¿Cómo piensas protegerme de algo que no crees existe? Esta cultura idiota, que es muy mexicana, de hacer chistes, memes y canciones de reggaeton hace que, hoy en día, nada se tome en serio. Cuando estas cosas pasan, cuando todo es un chiste, nada mejora ni cambia. Y cuando alguien da su opinión sobre estos “chistes” siendo algo ofensivo, la gente se pone sensible. Ahora, lo que no puedo entender es cómo es que la gente sí se enoja y se sensibiliza cuando alguien no se ríe de un supuesto chiste, pero no siente NADA al respecto la muerte y violación de miles de mujeres. No parecen representar ni una sola emoción de remordimiento, tristeza o culpa, hablando de los que hayan cometido faltas, cuando se trata de un caso serio, pero, sobre todo, un caso real. 

Toda esta situación alrededor del tema “Un violador en tu camino” me hace pensar si en realidad las cosas van a cambiar. Hace que mi mente se vaya a lugares oscuros donde nada nunca mejora y los hombres no se sensibilizan. Si mujeres alrededor de todo el mundo se reúnen para cantar y luchar, ¿por qué los hombres no pueden cooperar? Y lo peor de todo es que esta “cooperación” es detener a un violador cuando lo ven llevándose a una mujer en una fiesta. Esta “cooperación” es no violar a dicha mujer. Este himno no es suyo, no es del DJ que decide tomarlo para tener éxito, para vender y por supuesto no está hecho para ponerlo en un antro donde se encuentran MILES de mujeres acosadas sexualmente. Es una maldita y sucia ironía, y se tiene que detener. 

Por mi parte no dejaré de callar a los que hagan chistes al respecto, no bailaré al ritmo de la canción que saca provecho de ello, no dejaré que les tapen las caras a los soldados que se graban burlándose, pero, sobre todo, no dejaré de cantar. Espero ustedes tampoco dejen de cantar conmigo.

Instagram: @alinatijerina

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