Para cada creativo en la vida, hay un evento que representa el auge de su año. Un suceso por el cual esperamos con ansias durante días, semanas, e incluso meses.
Algunxs estudian, como en los Oscars cuando lxs cineastas se ponen la tarea de ver las películas nominadas; o bien, en los Grammy’s lxs músicxs se preparan con sus críticas para las apuestas de quién ganará mejor álbum. Pero en el caso de lxs diseñadorxs de moda, el MET Gala es ese gran evento que esperamxs todo el año. Desde que se anuncia el tema de la gala nos preparamxs mentalmente para ser lxs críticxs más codiciadxs de la industria, lxs más escuchadxs; y cuando se llega el día, no tenemos piedad cuando criticamos a lxs artistxs y diseñadores que visten.
Este año, gracias a la pandemia, el evento fue claramente cancelado. No por sonar a niña chiflada y privilegiada, pero la noticia fue muy triste. Era obvio que se iba a cancelar ya que el Covid-19 no estaba bromeando cuando dijo “no se junten con nadie”, pero aún así escucharlo oficialmente fue algo que no esperábamos. Para muchxs, este año representaba nuevas oportunidades, un nuevo inicio para toda la lucha que habíamos tenido para “al fin” lograr nuestras metas. Es por eso que cuando nos quitan ese pequeño momento de fantasía en el que sueñas con ser parte de algún día, los ánimos bajan de nivel.
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Al sobre-analizar la situación, como hago con todo en mi vida, me pregunto: ¿necesitamos el arte, la moda y las galas para soñar? Esto a raíz de que en muchos casos dichos eventos forman parte de nuestro crecimiento como creativxs.
Cada uno de nosotros sabemos qué rol queremos jugar, a quién nos gustaría vestir y qué podríamos hacer mejor cuando nos toque. “Cuando nos toque”; lo digo con tanta seguridad porque la realidad es que, son estos gigantescos eventos los que nos han abierto la mente a muchas de las posibilidades que tenemos dentro del mundo creativo. Para ser honesta tuve un poco de miedo en la mañana, no sabía qué iba a pasar hoy o cómo se llevaría a cabo el evento ya que un live en Youtube no sonaba tan cool como un fiestón en un museo de arte, pero en cuanto me topé con todas las publicaciones del #metgalachallenge lo entendí. Este año, que representa caos y pérdida de esperanza para muchxs de nosotrxs, también nos hizo parte de esta icónica gala por primera vez. Y sabemos, no es lo mismo que estar ahí, para nada, sin embargo, esto abrió el panorama de miles de personas para incluirse en el a través de disfraces, propuestas, ilustraciones, textos y editoriales enteros, que marcan un pequeño comienzo para la democratización de la moda.
#HFMetGala2020
— PRETaCOUTURE (@Pretcouture) May 5, 2020
About time: fashion and duration
Para mi #BrandChallenge escogí la colección fall 2020 RTW de Ann Demeulemeester por Sebastien Meunier que se inspiró en la obra de Robert Wilson , "The Unicorn". pic.twitter.com/Xj2gdciyT0
Qué loco, ¿no? Quién diría que dentro de momentos tan oscuros, hay pequeños rayitos de felicidad que te regresan a soñar y recordar por qué amas lo que haces.
Durante el evento en vivo, que se llevó a cabo en línea, se nos dio la oportunidad de regresar en el tiempo y analizar un poco más lo que se ha hecho en ediciones pasadas. Fue un momento de voltear hacia atrás para poder pensar qué viene adelante, cuál es el futuro de la gala, de la moda.
Como mencionaba anteriormente, el 2020 ha presentado oportunidades de cambio gigantescas y tremendamente importantes. El futuro de la industria de moda no tiene nada parecido a lo que fue anteriormente, y no hay nada más esperanzador que eso. Es cierto que para muchos, ser parte del MET Gala es un gran sueño, pero creo firmemente que si dicho evento se llega a cancelar, a nosotros los soñadores se nos abrirá una puerta inmensa de oportunidades diferentes de cómo formar parte de la moda. Inclusive creo que somos la generación a la que le tocará generar los cambios que serán la base de la industria en un futuro. Este año se nos cumplió ser parte de algo más grande, no solo de crear looks para la gala, si no de formar parte del momento en el que todo cambió. Este punto en nuestras vidas es uno que se verá en la historia como el año en el que la industria de la moda se transformó. Y por más que tal vez no lleguemos a caminar la alfombra roja del MET, mi esperanza y aliento se mantienen fuertes de que el impacto que tenga, el que sea, generará una ola de transformaciones que definirá el futuro de los diseñadores.
Instagram: @Alinatijerina