Menú
Todos hemos vivido el rechazo alguna vez, sabemos que no es la experiencia más fácil de aceptar. Sobre todo porque nos pega en el ego, nos arde, nos enoja, y peor aún, nos cuestiona si realmente somos suficientes. Tan así, que es común que algunas personas prefieren huir primero, con tal de no ser rechazadas. Recientemente la vida me puso una prueba, la cual no pensé que doliera después de tanto trabajo personal de aceptación, de autoestima y de amor propio que he logrado. Aún así, por más trabajo que hagamos, nunca dejamos de ser humanos.
Me tocó vivir el rechazo sexual de una persona que me gustaba mucho, y sí que me lastimó. Por lo general, las mujeres no estamos acostumbradas a iniciar el sexo. Es algo que automáticamente se lo dejamos a los hombres. No solemos ser las que hablamos de sexo abiertamente, porque seguimos viviendo bajo los estereotipos del “deber ser”. Cómo nos tenemos que comportar, y cómo tenemos que actuar. Hablar de nuestro placer y de nuestra sexualidad no está “bien visto”. Si llegas a demostrar que eres una mujer sexualmente activa, eres una “zorra”, pero si no lo haces eres una “frígida”. De cualquier manera, estamos perdidas. Por primera vez, decidí romper con eso, y ser yo la que tomara las riendas. Me atreví a mandarle un mensaje a la persona con la que estaba saliendo, insinuando que tenía muchas ganas de tener sexo con él (algo que nunca había hecho), y no recibí la respuesta esperada. Claro, lo primero que pasó por mi cabeza fue: “seguro soy yo porque no le gusto lo suficiente”. Confieso que me pegó muy fuerte, no solo al ego, a mi autoestima también. Llegué a cuestionar si realmente soy una mujer deseada, si soy una mujer atractiva y sexy, si soy “buena en la cama”…
Después de llorarlo, vomitarlo, hacer corajes, desahogarlo con mis amigos, me di cuenta que no podía permitir por nada del mundo sentirme así, mucho menos a expensas de lo que piense otra persona. Las personas que no han trabajado en sus problemas, suelen proyectar sus inseguridades y sus miedos, con tal de no exponerlos, pues es el camino más fácil. Lo más importante que tuve que entender con esta situación de rechazo es que claramente el problema es de él, y que no tiene ABSOLUTAMENTE nada que ver conmigo. Daniela Corcuera, psicoterapeuta Gestalt – en Instagram la encuentran como @psicologadanielacorcuera – me ayudó a tener una opinión más subjetiva al respecto. Ella no sólo me regresó a mi centro, también me ayudó a escribir esta nota para entender mejor cómo recuperarnos después de sentirnos rechazados sexualmente.
Primero que nada hay que aceptar lo que es, dejarlo sentir; darle la bienvenida a estas emociones visitantes. Recuerda que entre más rechazas el sentimiento, entre más peleas con él, más permanece. Entre más lo aceptas como es, solito se transforma. Cuando lo dejas ser, es cuando se da el cambio.
1. SIEMPRE TIENES DOS OPCIONES
Tú tienes el poder de decidir si te dejas caer y permitir ser la víctima, dándole poder al rechazo. O, tienes la decisión de escoger ser más fuerte, de volver a retomar tu poder y responsabilizarte por él. Recuerda que el poder está dentro de ti, no lo pongas afuera.
2. NO ES TU CULPA
No permitas que llegue la culpabilidad. El sexo siempre es de dos. El sexo es una experiencia, no un performance. Además cada quien es responsable de su placer; de sus orgasmos. Ten presente la filosofía de los cuatro acuerdos de la sabiduría Tolteca.
3. NO CAIGAS EN LA HISTORIA DEL OTRO
Esto va de la mano con el punto dos. Las inseguridades y los miedos de cada quien no tenemos porqué proyectarlos en el otro. ¡No compres esas historias!
4. NO DEJES DE CREER EN LO QUE VALES
Esto es lo más importante como ser humano. ¡Vales muchísimo! No mereces a alguien que no lo reconozca, lo respete, y lo aprecie. Y, no permitas que este desliz te haga dejar de creer en el amor y en las relaciones.
5. NO OLVIDES DEL TRABAJO QUE LLEVAS HACIENDO POR TI MISMA
Por mas que te vuelvas a caer, ten la seguridad de que cada vez será más fácil levantarte. No empiezas desde cero, porque ya llevas un trabajo previo que te da las herramientas para salir de esto mas rápido, y con un aprendizaje.
6. EL CUERPO NO ES IMPORTANTE
Claro, la inseguridad que tengo de que mi cuerpo no cumple con los “ideales de belleza”, se presentó para que yo pensara que podía ser una razón por la que no le gusté a esta persona. Dani habla de que el cuerpo es un vehículo para transportarnos, pero no es lo que somos en el fondo. Nuestro cuerpo no es para el otro. Reconecta con tu cuerpo, amándote, tocándote, conociéndote. No lo uses como una herramienta para conquistar al otro, ni lo compares con otros cuerpos. ¡Hónralo y cuídalo!
*EL PENE ES IRRELEVANTE AL PLACER DE LAS MUJERES. LO HE PLATICADO MUCHAS VECES, Y LO VUELVO A REPETIR. MÁS DE EL 75% DE LAS MUJERES NECESITAMOS DE ESTIMULACIÓN EN EL CLÍTORIS PARA PODER TENER UN ORGASMO. LA PENETRACIÓN PENE-VAGINA NO ES LO PRIMORDIAL EN EL PLACER.
7. NADIE TE QUIERE Y TE RESPETA MÁS QUE TÚ A TI MISMA
Si no lo haces, el otro no lo va a hacer contigo.
8. TU DISFUNCIÓN VULVOVAGINAL NO TE DEFINE
No tiene porqué ser una limitante, ni mucho menos una excusa para la otra persona. Desde que tengo vulvodinia, he tenido que hacer un gran trabajo en no dejar que mi dolor se convierta en un factor que me minimize, ni que me haga creer que no puedo tener una vida sexual sana, segura, y placentera.
9. VE EL RECHAZO COMO UNA OPORTUNIDAD
Siempre hay que tener la visión de que en cualquier tipo de crisis, cualquier sufrimiento, nos da la oportunidad de ver lo que nos enseña. Otra vez repito, deja la historia del otro atrás. Enfócate en lo que aprendiste de ti. No te claves en ver lo que no hubo, lo que no hiciste, lo que no se pudo. Enfócate en el amor que das. Eres mucho más fuerte que esto, aunque cueste y duela, pero solo así lograrás empoderarte de nuevo.
10. LA VULNERABILIDAD NO ES DEBILIDAD
Es una muestra de valentía. Intimar con alguien es hablar desde tu verdad, estar frente al otro que te escucha, que te respeta, y que te acoja. Se requiere un apoyo muy fuerte para poder conectar desde la intimidad.
La vergüenza es un sentimiento muy solitario, y cuando nos avergonzamos, tenemos esta necesidad de fondo, que es diferente para cada quien, pero en donde se busca contención, un abrazo, sentirse acogidos.
COMO CONCLUSIÓN
Sabemos que es muy fácil decirlo, easier said than done. Sin embargo, tenemos que tener el valor de despertar esa fuerza que es la que recupera nuestro poder. Cuando eso pasa, dejamos de dárselo al otro, y ese ego se va. Ahí es cuando deja de doler.
Te dejo con esta frase de Brené Brown, que siempre me pone de buenas, porque a pesar de todo lo que hemos vivido, seguimos siendo muy valientes. “Daring greatly means the courage to be vulnerable. It means to show up and be seen. To ask for what you need. To have the hard conversations. It’s a risk we have to take to experience true connection with ourselves and others. “
Instagram: @Peacewithpain