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Los planes que ya no fueron

Por Elsa Cavazos

Sueños que anhelabas de repente se vieron desvanecidos. Graduaciones, baby showers, viajes que nunca habías hecho y estaban pagados y listos, tu boda. Tus planes a futuro quedan inciertos a causa de un presente aún más incierto todavía. Pero, la pregunta aquí es ¿Te diste el tiempo para lamentarte y llorar por aquello que no se realizó? Muchas son las personas que tal vez consideran una boda o graduación pospuesta o cancelada como banal. Cosas superficiales las cuales no merecen preocupación o la importancia que tu les das pero esos sentimientos de frustración son válidos.

Existen muchos momentos en la vida los cuales esperamos con anhelo precisamente. El día en el que estás sentadx y esperas escuchar tu nombre para pararte y caminar frente a miles de personas y recibir el tan esperado diploma. No tiene nada de malo el sentir tristeza o coraje al ser privado de tan preciado momento. La vida de eso se trata de cumplir metas y festejarlas pero frente a una pandemia los festejos han cambiado. No será lo mismo y probablemente no es el tipo de graduación o fiesta de cumpleaños que esperabas pero no queda más que ser positivx.

Platique con tres novias diferentes que tuvieron que cambiar la fecha de su boda. Una se casaba en Marzo y otra en Abril, la de marzo canceló su boda una semana antes y la de abril con un mes de anticipación. La tercera preparaba todo para casarse en Junio, sin embargo, al igual que las otras dos, decidió posponer. Las decisiones de las tres vienen detrás de varias razones. Los estados donde sus bodas iban a ser, empezaron a prohibir eventos con un gran número de personas con el fin de salvaguardar la vida de cada uno de los asistentes, sin embargo, al igual que cuando te preparas para graduarte, casarte requiere un gran esfuerzo físico y mental y económico. Son meses de estrés, incertidumbre, recibiendo opiniones de personas ajenas a ti.

Ver el día tan esperado acercarse y al final tener que decirle adiós aunque sea momentáneamente es difícil. Precisamente por lo difícil que es no ver esa meta o sueño cumplido es importante darse el tiempo de llorar. Gritar, patalear, berrear, mentar madres y cuestionar el porqué. Se sentirá como el fin del mundo y aunque no lo sea no deja de sentirse tal cual.

Entonces, si estás pasando por un momento parecido donde te abrume el no haber realizado aquella meta de la manera en la que querías ten por seguro que no estás solx. Son más personas de las que creemos que están pasando por lo mismo y aunque pueden llegar a entenderte tal vez nunca será igual. Por mientras, puedes confiar en que todo sucede por algo y aunque no existan respuestas a tus preguntas el día de hoy puede que lleguen mañana. Pero si el día de hoy la tristeza te consume y pensamientos como “Hoy me estaría graduando” o “En estos momentos estaría camino a la iglesia” ten por seguro que se vale llorar, berrear y patalear, que nadie te diga lo contrario. Déjate sentir, sin reprimir, ni juzgar, todo eventualmente pasará.

Instagram: @Elsacavazos

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