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reflexión

¿Qué significa realmente vestirnos ahora?

Por Kassandra Torres

Despierto y comienzo mi rutina diaria que consta de contestar mails, desayunar, seguir contestando mails mientras reposo el desayuno, para continuar con la rutina de ejercicios que me obliga a bañarme diariamente en momentos donde, honestamente, a veces no me hace tanto sentido. Después de eso comienzo oficialmente mi día con la primicia de vestirme tal cual lo hacía antes de entrar en cuarentena, sin embargo, aunque el esfuerzo es grande y diariamente comienzo con este proceso atando mi pelo en un paliacate, poniéndome blush y dignandome a vestir el tipo de ropa que usaría si estuviera en el exterior, al final termino por evadir ciertas prendas que siento que no merecen la pena para estar en casa, y al contrario, termino optando por las mismas sandalias peludas de Victoria Secret que una tía me regaló en la navidad del 2017. Vestirme ya no se siente igual.

Pero, ¿por qué?. Yo siempre he sido partidaria de la idea de que muchas de nosotras nos vestimos únicamente para nosotras, sin pensar en la aprobación o mirada de la sociedad, sin embargo ahora, en tiempos de pandemia, parece que el vestir ha perdido su propósito y se ha convertido mas bien, en una forma de aferrarnos a ese último sentido de “normalidad” que teníamos en nuestras vidas antes de que esto comenzara, ya sabes, la común primicia de alejarnos de las pijamas y ponernos ropa de calle para levantar el ánimo. Y aunque dicho consejo es de gran ayuda al momento de ponernos en “modo trabajo”, el seguir evadiendo piezas por temor a “quemarlas” al estar en casa, cual si al momento de vestirlas “perdieran su magia”, me hace pensar que tal vez el sentido de por qué y para qué nos vestimos está cambiando.

Y creo que no es un proceso lineal ni igual para ninguno de nosotros, cada quien estamos dándole un nuevo sentido a nuestra vestimenta desde distintos puntos de vista, y en mi caso esto parte del arrepentimiento, así como del valor que le doy a la ropa, esto, después de que por meses, antes de que la pandemia llegará a México, por las prisas, el trabajo y la pereza, optaba por “guardar” mis looks más elaborados y suplantarlos por otros un tanto más prácticos y rápidos a la hora de salir de casa, incluso cuando esto significaba usar unos leggins y sudadera para ir a la oficina, ojo, no tiene nada de malo, sin embargo, esas prendas simplemente no son yo, ni siquiera me sentía cómoda o bonita en ellas, mas bien era un tema de rapidez y ahorro de tiempo, cuestión que ahora veo en retrospectiva y me hace arrepentirme de todas las veces que evite usar mi vestido nuevo o ponerme mis botas vaqueras favoritas que ahora llevan meses empolvadas en mi clóset. 

El arrepentimiento es inevitable y ahora entiendo que a pesar de que claramente no me visto para el ojo masculino o la sociedad en general, mas bien es un tema de moda-espacio-tiempo, que por más rimbombante que llega a sonar, es simplemente la relación que tienen nuestras prendas con momentos y espacios en específico, el sentido que esto les da a ellas y la conexión que creamos sin darnos cuenta a través de las cosas que vivimos, desde el saco que te hace sentir la más profesional porque con el presentaste tu tesis y desde ese momento te da un sentido de autoridad e inteligencia, hasta el vestido holgado con el que sales a caminar por el centro y el viento mueve cada centímetro de tela, haciéndote sentir ligera, libre y volátil, así es, hoy creo que más allá de la mirada de la gente, ahora entendemos el valor de lo que vestimos a través de lo que vivimos, por ello hoy, que estamos en casa  y las cosas que vivimos se ven limitadas por algo que no podemos controlar, el valor de nuestra ropa recae en cada espacio, tiempo y lugar en el que la vestimos y ese sentido de libertad que ahora se acoge en cada una de esas prendas que por ahora permanecen guardadas en nuestro clóset, esperando volver a tomar sentido a través de la libertad que sentimos que se ha perdido.

Y aunque esto es solo uno de los tantos discursos detrás de los diversos sentidos que le estamos dando a las prendas que vestimos en la actualidad, es una realidad que este discurso está en constante cambio y transformación para cada uno de nosotros, desde el tema de moda-espacio-tiempo, hasta la forma en que percibimos la comodidad y la reincorporamos a nuestro nuevo día a día post-pandemia, los discursos detrás de la ropa están cambiando y la forma en que nos relacionamos con ella no será la misma, por ello nuestros hábitos de consumo, tal vez tampoco lo serán.

Instagram: @Kasstorress

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