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Fanzines de moda, arte y feminismo hechos por morras mexicanas

Por Claudia Aguilar

Tijeras, pegamento, hojas, grapas, algo para escribir y una impresora. Estas son las herramientas que dan forma al fanzine: un medio adoptado por aficionados que buscan expresarse libremente con textos, imágenes o ilustraciones, y al mismo tiempo, experimentar la vida editorial, visibilizar temas que han sido poco abordados y compartir ideas con otros.

Desde este quehacer de autogestión cultural se construyen nuevos espacios colectivos con diversas voces que dicen “aquí estoy”. Algunas de ellas son las de Paulina Méndez, Tonantzin Arreola, Claudia Sandoval, Diana Gutiérrez y Angélica Olavarría, quienes presentan ideas extrañas y refrescantes sobre moda, arte y feminismo.

Platicamos con estas creadoras mexicanas sobre sus publicaciones. Conócelas:

Pinche Chica Chic

Diana Gutiérrez y Angélica Olavarría son grandes entusiastas de la moda. Cuenta la leyenda que sus vidas se cruzaron en un salón de belleza mientras hojeaban revistas. Ahí descubrieron que tenían un interés mutuo, el cual las motivó a crear un proyecto en 2016.

“En un principio era una secta religiosa en torno a la moda y el humor –explica Angélica entre risas–. Pero con el tiempo nos dimos cuenta de que era muy difícil mantener una secta y reunir feligreses. Entonces nos quedamos con el fanzine, el órgano de difusión”.

Pinche Chica Chic, como lo llamaron, aborda la moda desde lo humorístico y lo desfachatado, pero de una forma refinada que se aprecia en sus textos e ilustraciones. Diana y Angélica definieron este enfoque luego de ver el escaso sentido de la buena redacción y sintaxis, lo insustancial y solemne de las publicaciones comerciales.

En las hojas del fanzine se pueden encontrar crónicas, cuentos, artículos de opinión e investigación, así como ilustraciones de diferentes artistas y escritores que también se suman a la rebeldía fina de esta publicación que entiende a la moda como “un estilo de vida que involucra no sólo accesorios, prendas o vestimentas, sino también gestos cotidianos”, dice Diana.

Yo no me llamo Frida

Tonantzin Arreola y Claudia Sandoval, fundadoras del Colectivo Nopalitos, eran parte de una mesa de quejas. La dinámica era juntarse con otras chicas, tomar café, echar chisme y hablar de lo que les molestaba de la vida diaria, la política y el arte. Después de varias sesiones, las dos amigas se dieron cuenta de que un tema frecuente era Frida Kahlo.

Con la idea de contrarrestar el marketing que había sobre la pintora, iniciaron una serie de fanzines dedicados a la vida y obra de artistas del siglo XX que habían vivido en México. El proyecto arrancó en 2017 con las mini biografías de las pintoras María Izquierdo, Aurora Reyes, Remedios Varo, Leonora Carrington y Sofía Bassi.

Luego siguieron los fanzines de las escritoras Rosario Castellanos, Elena Garro, Dolores Castro, Pita Amor y Luisa Josefina Hernández. Después, los de las fotógrafas Tina Modotti, Lola Álvarez Bravo, María García, Kati Horna y Aurora Eugenia Latapí. Y continuaron con los de mujeres del cine: Matilde Landeta, Marcela Fernández Violante, las hermanas Ehlers, Cube Bonifant y Adela Sequeiros.

Con el formato del fanzine, Tonantzin y Claudia buscan llegar a todo tipo de personas. “Muchas veces los libros en los que se habla de la obra de cada una de las artistas son poco accesibles, desde el espacio en el que se distribuyen hasta el lenguaje que utilizan. Al final terminan siendo libros de artistas para artistas”, afirma Claudia.

Su objetivo, agrega Tonantzin, es “invitar a los lectores a conocer el trabajo de las autoras que han sido olvidadas”.

Puchita

Paulina Méndez comenzó a dibujar vulvas, primero en las calles y lugares olvidados de la Ciudad de México; luego, en hojas que más tarde se convirtieron en fanzines. Para ella, trazar el genital es visibilizarlo y conceptualizarlo; su objetivo es contribuir a romper los tabúes que existen en torno al cuerpo femenino.

En 2018 lanzó su primera publicación, se trató de una colección de “puchitas” para colorear. La segunda, la armó un mes después. Esta vez las protagonistas fueron mujeres posando sin ropa en mercados, el lugar favorito de Paulina. “Empecé a dibujar mujeres encueradas en lugares donde me gustaría andar libre: como yo quiera, sin miedo a que me digan o hagan algo”, explica.

Sobre su proyecto, Paulina explica que todo el tiempo está en constante transformación, pues busca aportar algo nuevo y hacer sonreír a la gente.

Las publicaciones independientes no solo llevan a conocer más voces, también inspiran a crear desde el lugar en el que uno se encuentra. Y a ti, ¿te gustaría hacer tus propios fanzines? Cuéntanos de tus proyectos e ideas.

Instagram: @Ladamitadelosperros

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