Esta cuarentena ha hecho que millones de personas, empresas, escuelas y la sociedad en general, saliera de su zona de confort para crear soluciones inimaginables al gran problema que ha representado el COVID-19 para distintas industrias.
La industria de la moda se ha visto próspera, en algunos aspectos, llena de innovadores y creadores que dan todo para seguir con el mismo ritmo en el que estaban. Los grandes sitios de e-commerce, como Far-fetch y SHEIN parecieran que no se vieron tan afectados, ¿será su modelo de negocio y venta el futuro de la industria?
Una encuesta realizada en abril por McKinsey and Co. muestra una disminución en la intención de compra del 70 al 80 por ciento en línea en general y del 30 al 40 por ciento en línea en Europa y Norteamérica. Por lo que, el e-commerce no logra compensar por completo las ventas offline pero, si ha sido un salvavidas para muchas de las marcas de la actualidad.
Por otra parte, se habla de redefinir a la industria con nuevos modelos de negocio que construyan un futuro más sustentable. La sostenibilidad y sustentabilidad han sido temas top of mind en años anteriores y a los que muy pocos prestaron atención hasta el día de hoy. Al hacer un close up de quienes sí lo tomaron como prioridad son marcas pequeñas, mientras que las grandes se enfocaron en mostrar pocas acciones difíciles de notar, debido al tamaño de sus negocios, así como su impacto en el mundo.
En esta redefinición de la industria, la digitalización juega un papel sumamente importante. “El requerimiento de integrar toda forma de digitalización desde la cadena valor hasta la creación, desde el showcasing hasta el retail está forzando a todas las marcas a adoptar las tecnologías,” dice Matthew Drinkwater, director de la Fashion Innovation Agency (FIA) en una entrevista con Forbes.
La digitalización puede dar pie a nuevas opciones de logística y cumplimiento de ventas (como hacer clic, manejar y recoger el artículo), a la vez que impulsa nuevas formas para adquirir clientes y ayudar a predecir y administrar el inventario para crear una cadena de suministro más robusta y el facilitador fundamental de todo esto serán los datos, cuya transparencia, gobernanza y precisión son elementos a los que no se les ha dado mucha relevancia, según McKinsey and Co.
The Fabricant es una casa de moda digital que recientemente tuvo un alza. Esta marca se dedica a la creación de ropa en forma digital, generando menos desperdicio y una mayor facilidad para llegar al consumidor de hoy debido al distanciamiento físico.
Su fundadora, Kerry Murphy, habla de que la situación actual es una prueba de lo frágil que es la industria. Porque sí lo es, ¿no?. Pareciera que no por la gran presencia que tiene en nuestras vidas pero la verdad es que últimamente el usar únicamente pants o pijamas ha hecho que se piense más al momento de consumir ropa.
La moda digital se está posicionando como el futuro y solución, lo que indica un incremento en los roles dentro de ella, ¿ya no se tratará solo de diseñadores sino de animadores digitales e ingenieros? y ¿será ésta la solución para hacer la moda más sustentable?
El tema de las pasarelas ha tomado relevancia al ser la principal forma en la que las marcas muestran sus productos, además de ser de gran preocupación para los influencers y agencias de PR. El British Fashion Council anunció que la Semana de la Moda de Londres se llevará a cabo a mediados de junio bajo un formato digital. Habrá que ver estas nuevas propuestas, tanto en diseño como en presentación.
En mayo se presentó la Mexico Fashion Week en un esquema similar en el que los diseñadores mostraron sus colecciones en fashion films, un buen paso para entrar a la era digital. Sin embargo, esto desvía el enfoque a la ropa porque el consumidor, ahora desde casa, se centra en ver lo que hay detrás, convirtiendo a las prendas un complemento, comenta Vanessa Friedman en un artículo reciente para el New York Times.
Aún no se puede vestir moda digital como tal, lo que indica que por lo pronto solo lo veremos en pasarelas y campañas publicitarias, sin embargo, suma al vocabulario de la moda este nuevo término llamado “phygital”, el cual hace referencia a la combinación del espacio físico con tecnologías digitales.
Toda esta digitalización dio pie a la creación de avatares, que si bien, estamos familiarizados con ellos gracias a los videojuegos y redes sociales, verlos tomar parte de la industria en un plano real cuesta asimilarlo. Por ejemplo, cuando salió la campaña primavera/verano de Louis Vuitton 2016, en el que acudieron a Lightning del videojuego Final Fantasy XIII, causó incertidumbre y algo de miedo al no ver a un humano.
¿Serán ellos los futuros influencers? Ese es material para otra nota, sin embargo, se especula que sí pueden tener lugar dentro de estas nuevas pasarelas digitales.
Será una transición un poco lenta pero que, con la rapidez en la que avanzan las tecnologías, la industria de la moda tomará un giro casi completo a lo digital.
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