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El feminismo explicado por un perrito

Por Claudia Aguilar

Perrito es un mestizo negro con blanco que trae siempre amarrado al cuello un pañuelo verde. Tiene mucha energía y la libera haciendo travesuras. El saldo que lleva: un ejemplar de El segundo sexo, de Simone de Beauvoir, devorado; y el brasier de su amiga humana, echo cachitos. Al igual que sus compañeros, él no soporta a las pulgas. Lucha contra ellas y les grita “Este cuerpo es mío”. Sí, es tierno y bonito, pero cuando algo lo harta le dan ganas de morder todo (y a todos).

Saluden a Perrito feminista:

Su compañera de lucha, mejor amiga y creadora se llama Laura Juliana. Ella nació en Querétaro. Estudió Comunicación y Periodismo. Realizó los documentales Bonita (2014) y Las hijas de violencia (2015). Actualmente arma proyectos con enfoque de género y narrativas transmedia, al mismo tiempo que explora la ilustración.

Laura está en constante búsqueda de nuevos formatos para abordar el feminismo desde diversos contextos. Para ella, es importante que las mujeres se narren, a través de la literatura, lo oral, lo gráfico o cualquier otro medio. Por esta razón, en 2018 empezó a subir sus dibujos protagonizados por un lomito (¡es superfan!) en proceso de deconstrucción que habla de temas como el amor romántico, el cuerpo y el placer.

Las viñetas de Laura están cargadas de chistes inteligentes; son las páginas del diario de alguien que vive y cuestiona todos los días el feminismo, que ve en el humor una oportunidad para reflexionar y aprender sobre el movimiento.

La entrevisté por teléfono para que me platicara sobre su proyecto.

Primero, cuéntame, ¿cómo llegaste al feminismo?

Me adentré con Bonita, el primer documental que hice y con el que empecé a leer textos sobre el tema. No soy buena recordando bibliografía, pero sí sé que inicié con los de cabecera: Una habitación propia, de Virginia Woolf; este para mí fue un gran despertar porque entendí que las mujeres necesitamos un espacio propio y una independencia económica para crear (cosa que muchas no tenemos). Y Claves feministas para la negociación en el amor, de Marcela Lagarde, texto que hace una crítica sobre el amor romántico. Para mí fue muy impresionante leerlo. Ahí me clavé.

Después conocí a Las Hijas de violencia, un colectivo mexicano de performance que, en ese entonces, hacía un proyecto sobre el acoso callejero. Con ellas filmé un documental de 15 minutos. Luego, con una de las integrantes, comencé Nuestra venganza es ser felices, un proyecto de teatro en el que trabajamos audiovisuales para proyectar en el escenario. Se puede decir que esta fue mi incursión en la ilustración y también cuando me di cuenta de que me gustaba encontrar otras formas de contar el feminismo.

¿Cómo surgió Perrito feminista?, ¿qué te llevó a dibujarlo?

Una época estuve viviendo en un pueblito y éramos solo mi perrita Frijola y yo. Estar con ella me inspiró. Ahí empecé a dibujar y reflexionar. Un día, por ejemplo, vi que ella estaba encantada chupándose la cola. Cuando lo noté dije “¡Ah! A esa Frijola le gusta darse placer”. Fue una gran lección. Luego hice el dibujo que dice “Hazlo tú misma”.

Entonces ¿el personaje está inspirado en Frijola? Cuéntame un poco más sobre ella.

¡Sí! Frijola es de Ecuador. Cuando estuve viviendo allá, la adopté en un refugio. Era una perrita de montaña que fue abandonada. De ser una perrita de montaña pasó a ser una de ciudad. Es bien chida. Tiene dos años.

¿Y por qué le pusiste Perrito?

Es una ironía. Usé el masculino un poco por el chiste de que “un perro entiende más”. Además, iba más con la ondita que buscaba que era la de un perrito explicando cosas del feminismo, pero desde el humor.

Yo creo que el humor es una gran arma en este sistema que nos quiere ver desoladas. Las mujeres vivimos muchas violencias a nuestro alrededor y yo creo que este modo de presentar la realidad nos salva mucho para estar bien, para reflexionar. Un humor bien pensado y crítico te puede hacer aprender bastante.

¿Cuáles son esos temas del feminismo que exploras con tus ilustraciones?, ¿qué te hace decir “de esto quiero hablar hoy”?

Trato de estar informada, pero hay cosas que muchas veces desconozco. Sé que el tema del feminismo son muchos temas, son muchos lugares y pensamientos. Siento que una forma de sacar mis viñetas es a través del diálogo con la gente a mi alrededor y de lo que observo. Ahí aprendo mucho. Y, claro, de la literatura, pero siento que, en la plática y el vivir, están los temas.  Por eso, trato de estar rodeada de mujeres que saben de feminismo, que admiro y con las que aprendo.

Al final, Perrito feminista es la narración de cómo estoy viviendo el feminismo: mis dudas, pensamientos, mi búsqueda y también cómo lo entiendo. Creo que el feminismo es una experiencia que se vive diariamente y que se cuestiona siempre.

Supe que fuiste una de las ilustradoras que estuvieron vendiendo obra en redes sociales y afuera del edificio de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) del Centro Histórico para apoyar a los colectivos de víctimas y feministas que convirtieron este espacio en un refugio, ¿cómo fue acompañarlas?

Me sume a la colecta por una publicación que vi en Instagram. Llevé stickers de Perrito. Y pues era un tianguis, había mucha gráfica de ilustradoras. Fue chido ver la gran producción de ilustración feminista que hay en la ciudad.

La fuerza en el acompañamiento creo que es muy importante: poner el cuerpo también en estos espacios, ir a hacer acto de presencia y que sepan que están siendo apoyadas. Sí, lo digital es importante, pero a veces también tenemos que salir de esos espacios. Yo fui un rato y me pareció increíble conocer a las chicas de la colecta y ver a tantas morras juntas haciendo cosas para que el movimiento siga. Esa fuerza política de las morras en México es la que admiro un montón. También estuvo chido saber que hay otras que están buscando lo mismo.

Me pareció importante esto que acabas de decir sobre salir de lo digital y seguir creando proyectos que cuenten las historias de las mujeres, ¿cuál crees que sea el poder de todo esto?

Es bien importante para las mujeres contar nuestra historia. Lamentablemente, durante años hemos sido invisibilizadas. Ahora las mujeres nos estamos organizando para narrar la historia que queremos y para decir quiénes somos.

A través de la gráfica estamos narrando lo que está sucediendo en nuestro país, también estamos contando que ya no vamos a permitir las mismas cosas, y que el mundo está cambiando. Esto, al final, para otras generaciones es importante. Yo creo que la narrativa es sustancial para construirnos un futuro mejor: para recordarnos más dignas, más libres, más felices.

Para mí es importante que más proyectos nazcan desde esta necesidad de contar una historia que nos dignifique a nosotras, que nos haga sentir más libres y fuertes.

Por último, ¿qué sigue para Perrito feminista?

En un inicio lo pensé solo para web porque me gusta mucho esto de dar contenido en internet. Pero ahora estoy con una colega con la que trabajé un podcast en vivo, y queremos hacer un libro sobre el amor romántico donde perrito vaya explicando el tema, el cual me atraviesa y afecta a muchas mujeres de una forma impresionante.

Perrito es soñador y espera que este mundo sea más pet friendly y feminista. ¡Estamos con él!

Instagram: @Ladamitadelosperros

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