Si sigues a Noise desde hace un año o más seguro ya estás familiarizado con nuestro contenido, seguro ya sabes (o tienes una idea) de cómo comenzar a tener un clóset más sustentable sin dejar de lado el estilo en el camino, y ya más específicamente, si sigues mis notas mensuales en esta plataforma, sabrás además que existen muchas opciones para poco a poco ir cambiando nuestros hábitos de consumo hacia una vida más responsable, porque a final de cuentas de eso se trata todo, de responsabilizarnos sobre nuestras elecciones con conocimiento de causa.
Y qué bella sería la vida si fuera utópica y a partir de todo el contenido sobre sustentabilidad y moda que te preparamos mes con mes pudieras transitar de forma limpia (y casi como si fueran pasos de un manual) hacia la sustentabilidad, spoiler alert, no es así, la vida no es perfecta y mientras más investigo sobre esto, más me doy cuenta que muchas de las teorías suenan muy bonitas pero la aplicación es irreal en muchos contextos. Por supuesto que es un inicio y siempre, siempre, SIEMPRE va a ser mejor iniciar este camino a no hacer nada. Como diría Mireille Acquart “Vale más una acción imperfecta que la perfecta inacción” si te lo dice la mamá de la moda sostenible en México, no lo puedes ignorar.
Cambiar de consciencia está lleno de contradicciones y dilemas, en el caso de la moda y la sustentabilidad, uno de esos temas con los que últimamente me doy de topes TODO EL TIEMPO, es el graaaaan dilema entre la pregunta ¿comprar sustentable y apoyar este tipo de prácticas comerciales o no comprar y aprovechar absolutamente todo lo que ya tengo?
Comencemos este análisis. En teoría, la segunda opción es la más sustentable y eso sí no lo dudemos: no hay nada más sustentable que lo que ya está hecho… en teoría. Pero ahora veamos las aristas ocultas de este cuestionamiento ¿y si lo que ya está hecho sólo está dejando estancado al sistema?
Déjenme les explico. Cuando hablamos de adoptar nuevas formas de consumo, hablamos de apoyar al comercio local, de preferir marcas que prioricen la transparencia de sus procesos de producción con el fin de tener mucho mayor conocimiento sobre lo que estoy adquiriendo, de normalizar el trueque, hablamos también de comprar y exigir calidad en todos los ámbitos de consumo. Entonces, si dejamos de comprar y únicamente nos dedicamos a reutilizar ¿qué consecuencias traería? Dejar de comprar por completo a las marcas que realmente están moviéndose hacia la sustentabilidad puede que esté dejando como mensaje que no nos interesan las propuestas nuevas de verdadera sustentabilidad, no hacer nada también manda un mensaje, y si nosotros que sabemos el impacto que puede llegar a tener fomentar nuevas formas de consumo no apoyamos a las marcas que los están generando ¿quién lo va a hacer?
Ahora, no con esto quiero decir que es nuestra responsabilidad comprar sustentable, nuestra responsabilidad es hacer eficaces y cuidar los recursos que tenemos y adquirimos, no importa si es ropa o un sartén (a.k.a. no importa si por circunstancias de la vida terminaste comprando algo proveniente del mundo del fast fashion o te compraste algo de la marca más sustentable de la vida).
Y en este mismo proceso de cuidar lo que tenemos también debemos cuidarnos a nosotros y no caer en las mismas prácticas de consumismo fomentadas por el sistema en el que vive y se alimenta el fast fashion. Si no me alcanza para una marca, entonces tampoco lo estoy haciendo sustentable para mi bolsillo y por lo tanto no me conviene comprar un producto de esa marca, por mucho que lo quisiera adquirir y apoyar a una marca local.
¿Por qué el fast fashion (y ahora el ultra fast fashion) tiene tanto éxito? Porque a la gran mayoría de la población le alcanza para comprar esa ropa. Por supuesto que excusarnos en que compramos fast fashion “porque es para lo que nos alcanza” tampoco es algo válido en al actualidad. Pero este ejemplo es perfecto para entender que si estoy comprando ropa sólo porque me alcanza para esa ropa y no porque realmente la necesito o porque refleje mi estilo y le voy a sacar muchísimo provecho, entonces ¿por qué la estás comprando? Así, esta misma pregunta aplicaría para una compra de un comercio local.
Con esto lo que les quiero tratar de decir, (y hasta donde mis conclusiones han llegado) es que el rollo de la sustentabilidad también se aplica de forma personal cuando decidimos comprar algo: debe ser económicamente viable para mí, socialmente responsable con mi alrededor y ambientalmente me toca que eso que compré idealmente nunca termine en la basura.
Podríamos empezar aplicando estas bases para decidir si comprar o no comprar algo de un productor local o mejor seguir aprovechando y sacándole uso a todo lo que tienes. Muy probablemente estas bases me llevarán a un nuevo cuestionamiento, pero eso es trabajo para el overthinking sustentable del futuro, ggg.
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