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¿Por qué es tan importante el imaginario de marca en la moda?

Por Kassandra Torres

Prada, Chanel, Dior y Balenciaga, son sólo algunos de los nombres que resuenan en nuestra memoria posicionándose como referentes de la moda, el lujo y la historia, pero ¿Cómo llegamos al punto donde un nombre puede significar tantas cosas? Todo comienza en 1825 con el nacimiento de Charles Frederick Worth, el “padre de la moda”, diseñador que al ser el primer modisto que firma sus creaciones bajo su propio nombre, marca el fin del anonimato del creador de moda para convertirlo en un artista que firma sus piezas y le da un valor a su nombre. El modisto deja de ser sólo la mano de obra de la prenda para convertirse en una marca de moda.

File:Portrait of Charles Frederick Worth aged 42.jpg - Wikimedia Commons

Del anonimato al imaginario

Con el surgimiento de la marca dentro de la industria de la moda, nuevos nombres comienzan a surgir y con ello también las historias y leyendas que buscaban sintetizar la esencia de una marca al mismo tiempo que se creaba un misticismo alrededor de ella. Un claro ejemplo de ello es Coco Chanel y sus miles de relatos -en muchas ocasiones falsos- que buscaban llenar de misterio, singularidad y elegancia a su marca, bases sobre las cuales el imaginario de marca de la casa Chanel ha sido forjado hasta hoy en día, lo que ha posicionado a la misma, como una de las firmas con mayor legado, prestigio y valor en la industria de la moda.

Pero ¿Qué es un imaginario de marca?

Cuando piensas en Ferrari es probable que lo primero que pase por tu mente sea: velocidad, exclusividad, lujo, colores rojos, adrenalina, masculinidad. Si piensas en Rolex tal vez dichos atributos sean: riqueza, exclusividad, negocios, éxito, fiestas. Y si dicho ejercicio lo hacemos con Chanel, la tradición, el misterio, el lujo, la elegancia y el romance, probablemente sean los atributos que inunden tu mente. Eso es un imaginario de marca. 

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Cuando  hablamos de un imaginario de marca nos referimos al conjunto de ideas y narrativas que se logran forjar en torno a una marca en específico en la mente del consumidor. Uno de los primeros creativos que descubrieron dicho principio fue Christian Dior, quien comenzó a implementar licencias con su nombre que lograron expandir el mercado de la marca, así, mientras él dedicaba meses enteros a la creación de vestidos y desfiles de alta costura, las licencias creadas bajo su nombre y establecidas en una gama de productos que iban desde corbatas hasta perfumes, se encargaban de generar los ingresos más fuertes de la casa Dior.

Gracias a esta innovación, durante décadas hemos sido testigos de cientos de casas de moda que dedican meses de planeación a sus inmensos desfiles en los cuales muestran la esencia e identidad en su mayor esplendor, ¿El más grande motivo? Incentivar nuestra aspiración hacia la marca, creando casi que una fidelidad inconsciente que nos lleva a necesitar un pedazo de dicha fantasía, fantasía que a la cual muchas veces tenemos acceso a través de sus líneas de productos secundarios, que si bien no son de alta gama, en gran parte de los casos representan los ingresos más fuertes de las grandes casas de moda en la actualidad.

Thanks to Jacquemus, Our Summer Shopping Wishlist is Already Full -  YOYOKULALA

Así es, a través de dichos imaginarios es que las casas de moda logran posicionarse no sólo en la industria, pero en las mentes de los consumidores en masa, logrando grandes ganancias a través de la venta de artículos secundarios como lo son: lentes, perfumes, corbatas, ropa interior, libros, y en muchos casos, licencias que concesionan a marcas o productores externos. Es por ello que el imaginario de marca es vital para el financiamiento y crecimiento de las más importantes casas de moda a nivel global, por lo cual cada vez son más las marcas que optan por dicha estrategia. Un ejemplo de ello en la actualidad sería la firma Jacquemus, que a través de sus espectáculos presentados temporada tras temporada en Paris Fashion Week, logra afianzar la fantasía que evoca su marca, lo que nos lleva a nosotros, consumidores de moda, a buscar un pedacito de ese imaginario que muchas veces logramos conseguir a través un par de lentes o su ya emblemática “Le petit chiquito”, en español “La bolsa de las picafresas”. 

Esto sólo nos afirma una vez más, que no existe activo inmaterial más poderoso que la marca en una empresa de moda, y esto solo se logra a través de una fuerte identidad basada en autenticidad, misterio y muchas veces fantasía.

Instagram: @Kasstorress

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