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Lo que me hubiera gustado saber de la moda

Por Alina Tijerina

Recientemente me preguntaron qué me hubiese gustado saber de la moda antes de dedicarme a ella; fue un cuestionamiento que me sacó mucho de onda porque, a pesar de lo overthinker que soy, no era algo que había pasado por mi cabeza. Claro, siempre han estado presentes argumentos que tienden a decepcionarme un poco sobre mi decisión de estudiar la industria, pero jamás un cuestionamiento como tal. ¿Qué realmente me hubiese gustado saber antes de entrar al mundo de la moda? Para empezar, entender por completo que el glamour que te venden de las pasarelas y la vida de fiesta en la industria es falso.

How to Get a Head-Start in the Fashion Industry | by Joyce Chua | THREAD by  ZALORA Singapore

Yo tenía el sueño de trabajar en Nueva York, entaconada y lista para entrar a la oficina en un edificio de Manhattan donde todos seríamos amigos y podríamos ir a comprar café para luego discutir colecciones de diseñadores que pudiéramos fotografiar. Vivir día con día vestida de pies a cabeza con ropa de diseñador que yo podría comprar con el sueldazo que iba a tener para asistir a juntas con gente relevante de la industria que sería súper amable y fácil de hacer colaboraciones. Esa idea tan errónea de un sueño utópico en el que el trabajo arduo y el cansancio no existen, fue algo que se me vendió en películas y que, malamente, yo creí.

A pesar de siempre quejarme de la gente que decía que la moda era fácil, ahora me doy cuenta que yo también me lo creía muy internamente. Pensaba que, con el menor esfuerzo posible, yo como quiera alcanzaría puestos altos en la jerarquía del mundo editorial. O que, sin portafolio, diseñadoras como Rei Kawakubo me iban a contratar. Claro está que, como todas las industrias, se necesita trabajar duro para llegar lejos, pero la moda no solamente es eso, sino que también necesitas tener los contactos correctos para llegar a donde quieres. No digo que no se pueda conseguir, solo que sí es una característica extra de la cual no tenía conocimiento al entrar a este mundo. Una que, de haberme enterado antes, me hubiera movido más para generar el networking necesario para alcanzar lo que quería.

Pero más allá de darme cuenta de que el glamour es solo una fantasía, la industria esconde muchos secretos que no descubres hasta que ya estás dentro. Por ejemplo, la moda siendo un escape creativo y una forma de expresión personal tiene una belleza y una magia asignada. Sin embargo, la forma en que dichas prendas que te producen tanta felicidad están hechas contrarresta toda esa magia y lo convierte en algo vacío. Creo que el darme cuenta que el sueño de tener una marca de moda podría traer mucho dolor al mundo me rompió un poco el corazón. Obviamente existe la posibilidad de crear una marca sustentable y con una producción honesta y transparente, pero definitivamente no era algo que yo tenía en mente una vez empezando mi camino en la moda. Los clientes aprecian una buena prenda de ropa, pero la mayoría la quiere de forma rápida y barata, lo cual hace la creación de una marca sustentable más complicada. Agradezco a mis estudios en la industria el hecho de poder conocer siquiera lo que es la sustentabilidad y que sí existen los procesos correctos para producir, sin embargo sí le agregó a mi vida un peso más el que, como diseñadora, es mi responsabilidad buscar soluciones a las problemáticas sociales y medioambientales en el mundo.

Con esto, otra cosa que me hubiera gustado saber antes de entrar es lo dañino que es la moda para el planeta. ¿Quién pensaría que ese mundo de glamour, belleza y riquezas podría brindar tanto daño al medio ambiente? Pues yo, a mis 18 años, no lo pensé. Durante mi proceso de deconstrucción en el cual iba entendiendo el daño que se causaba al comprar ropa en cantidades excesivas, iba cada vez consumiendo menos. Por mucho tiempo cargué con culpa de haber comprado tanto y no saber del impacto de esas acciones; pero conforme pasaba el tiempo también le encontraba un amor profundo a aprender a expresarme y vestirme como me gustaba con prendas que hubieran ya sido usadas.

Como todo en la vida, el ser humano se adapta, y así como fui aprendiendo cada vez más de la industria, yo era cada vez más responsable pero igual de feliz con vestirme. Ahora entiendo que la ropa que uso es una posición política, una voz que no pensé que iba a tener o que podría ayudar a la gente a tener. Pero es gracias a ese conocimiento que puedo buscar mi lugar en la industria de la moda y posicionarme donde más me gustaría, no donde las películas me lo vendían.

De todas las cosas que me hubiera gustado aprender antes de entrar, lo que más me hubiera servido es saber lo mucho que impacta la moda en la sociedad. Tener el conocimiento de que genuinamente se puede cambiar al mundo a través de ella me hubiera ayudado a prepararme con más ganas y más responsabilidad en mis manos. Sé que nunca es tarde para recibir una educación, pero en el momento tan crucial en el que estamos, haber sabido que tendría en mis manos el poder de generar un cambio en la sociedad me hubiera ayudado a borrar de mi vista las fantasías para abrir los ojos a la realidad. Con este artículo espero que aquellas personas que están considerando unirse a la industria de la moda tengan muy en mente que los diseñadores no tenemos un trabajo fácil, pero sí uno muy hermoso y significativo. No importa cuál sea tu lugar en la moda, este mundo siempre está abierto a nuevas voces que ayuden con las problemáticas que hoy se nos presentan.

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Instagram: @alinatijerina

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