El lado oscuro de la moda: Halloween y Día de Muertos como inspiración de diseñadores
Por Lupita Moreno
Conforme cae la temperatura y las hojas de los árboles, la moda comienza a hacerse más oscura. Tonalidades profundas y cálidas son las que caracterizan al otoño, y dentro de este encontramos dos de las festividades más populares del año: Día de Muertos y Halloween. Estas festividades son famosas por su estética sombría y nostálgica a la vez, por lo que durante décadas diseñadores han encontrado en cada detalle y expresión visual de las mismas, inspiración para su arte.
No es casualidad: desde hace siglos, el ser humano siente una fascinación constante por la muerte, lo espiritual y lo oculto. El arte (y por extensión, la moda) se ha alimentado de ese impulso de mirar lo prohibido, de explorar el límite entre la vida y la oscuridad. La moda, además de ser una de las industrias más destacadas de la actualidad, es un reflejo cultural y social de las personas, cambiando acorde a los ciclos económicos, políticos y sociales. Ese reflejo, en octubre y noviembre, muestra lo que nos asusta y nos atrae: el fin, la memoria, el ritual.
Halloween en la pasarela: terror, fantasía y teatralidad
Halloween ha sido inspiración de numerosos medios, desde películas y series hasta canciones y colecciones de moda. La estética del horror, el misterio y la transgresión siempre ha seducido a los diseñadores, y ha dado pie a colecciones memorables.
Uno de los mayores ejemplos es Alexander McQueen, quien estuvo constantemente atraído hacia lo oscuro y lo aterrador. En 1992 realizó su primera colección, “Jack the Ripper Stalks His Victims”, inspirada en las víctimas del asesino serial Jack el Destripador, llevando la estética del erotismo y las prácticas de prostitución de la época victoriana a la pasarela. Más tarde, en 1999, lanzó su colección “The Overlook”, inspirada en la película The Shining, donde jugó con la idea de la locura, los fantasmas y el aislamiento en la nieve.
Otras casas que han abrazado la estética siniestra del Halloween es Dior, que ha reinterpretado el romanticismo oscuro en transparencias de tul negro y encajes inspirados en el luto, mientras que Alexander Wang ha hecho del gótico urbano una constante. La moda gótica, el dark romantic y el punk han redefinido los desfiles otoñales con siluetas afiladas, maquillajes pálidos y ambientaciones teatrales.
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Día de Muertos: tradición, símbolo y reinterpretación
Por otro lado, el Día de Muertos celebra la memoria y el regreso simbólico de los que ya no están con nosotros. No hay terror, sino belleza en el recuerdo. Las flores de cempasúchil, las velas y las calaveras de azúcar son elementos profundamente estéticos, y han cautivado tanto a diseñadores locales como internacionales.
En los últimos años, marcas globales han reinterpretado esta festividad con colecciones especiales. Nike lanzó “Somos Familia”, una línea inspirada en los altares y el colorido de la celebración; Converse presentó una edición con patrones de papel picado y calaveras bordadas; y Vans ha hecho de las ediciones de Día de Muertos una tradición anual, combinando streetwear con simbolismo cultural. Estas propuestas demuestran cómo una festividad tradicional puede transformarse en moda sin perder su esencia, aunque no siempre sin polémica.
El reto es encontrar el equilibrio entre tributo y apropiación cultural. Muchos diseñadores extranjeros han sido criticados por usar iconografía mexicana sin comprender su significado, reduciéndola a “folklore decorativo”. Sin embargo, hay ejemplos que muestran sensibilidad: colaboraciones con artesanos, bordados hechos a mano, narrativas que celebran la memoria familiar. En México, diseñadores como Carla Fernández o Edgar Lozano han reinterpretado la tradición desde una mirada contemporánea, fusionando técnicas artesanales con siluetas de alta moda.
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Entre glamour y respeto: tensiones y dilemas
A pesar de la belleza que estas festividades cargan, surge el dilema ético que se encuentra en la delgada línea entre la inspiración cultural y la apropiación cultural. Cada año, las calaveras se imprimen en camisetas, bolsos o sneakers como un gesto de temporada. Pero la profundidad simbólica del Día de Muertos (la conexión con los ancestros, la celebración de la vida) a veces se pierde en la prisa del marketing.
Uno de los ejemplos más recientes es el de Willy Chavarria y Adidas, que, a pesar de no estar relacionado con el Día de Muertos, golpeó fuertemente a la comunidad mexicana. Todo surgió por el nuevo modelo de zapato diseñado por Chavarría, el “Oaxaca Slip-On”, inspirado en un diseño de Oaxaca, arraigado en la tradición de Villa Hidalgo Yalálag. El lanzamiento del “Oaxaca Slip-On” no mencionó a la comunidad de la que se inspiraron, fue fabricado en China y el shooting promocional se realizó en Puerto Rico, dejando el nombre como lo único que relaciona al calzado con su origen.
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A pesar de expresar sus disculpas, tanto Chavarría como Adidas se aprovecharon de la cultura mexicana con un fin comercial, sin dar crédito a los verdaderos artesanos y creadores del diseño. Por eso es clave que la moda dialogue con las culturas que inspira. La catrina de José Guadalupe Posada, reinterpretada mil veces, no debería convertirse solo en un ícono de “exotismo latino”, sino en un símbolo de identidad. La clave está en la colaboración, la investigación y el respeto.
Lo que somos y seremos…
Halloween y Día de Muertos muestran dos formas de mirar la muerte: una desde el miedo, otra desde el amor. En la moda, ambas convergen en un lenguaje visual poderoso, donde el negro y el cempasúchil se encuentran para recordar que belleza y oscuridad no son opuestos, sino reflejos del mismo espejo.
En México, jóvenes marcas de streetwear comienzan a incorporar el simbolismo del Día de Muertos en piezas sostenibles, combinando materiales reciclados con mensajes de introspección y orgullo cultural. La muerte, en este contexto, deja de ser un fin y se convierte en una narrativa de permanencia.
Por otro lado, en Estados Unidos vemos cómo la moda abraza lo aterrador en los diseños de vestuario de series como Miércoles y Frankenstein. El desafío está en mantener viva la historia detrás del diseño, en rendir homenaje sin vaciar el símbolo. Porque, al final, la moda —como la vida y la muerte— no se trata solo de apariencia, sino de significado.
Sigue de cerca el trabajo de Lupita en @lups_murts
