Uno de los placeres más grandes de la vida es viajar. Si no estás de acuerdo es porque seguramente vienes de otra galaxia y no entiendes de lo que te estoy hablando. Viajar es el escape a la rutina, el medicamento para el estrés, la mejor herramienta de aprendizaje… en fin, como se podrán dar cuenta me fascina viajar. Y no me refiero solamente a un viaje de vacaciones veraneadas, el spring break, o los días de asueto que dan a los godínez para que tomen un respiro. Me refiero a viajar con V de “Volver tus sueños realidad”.

Viajar abre grandes panoramas de imaginación, belleza y cultura para cualquiera que se atreva a tomarlas. El hacerlo no solamente por vacacionar, sino también disfrutar de la experiencia completa que es estar en un lugar completamente desconocido cambia la manera en que vemos muchas cosas de la vida cotidiana.

Es muy divertido viajar con amigos, tener aventuras juntos y crear lazos con historias memorables que seguramente recordarán por el resto de sus vidas; pero, si me permiten darles un consejo, les diría que viajen solos. No siempre o únicamente, pero sí de vez en cuando o tan siquiera una vez en la vida.

Viajar solo no es para todos – así como el sushi no es para todos – pero es importante atreverse a probarlo para conocerse a uno mismo y lo que disfrutas hacer o no. Sí, es un poco solitario y a veces atemorizante, pero una vez que pasas esa barda de miedo, duda e incertidumbre, te darás cuenta que viajar solo puede ser una de las mejores experiencias que tengas en la vida. Suena complicado o hasta atrevido, y es porque lo es. Viajar puede parecer cosa sencilla, pero hacerlo bien requiere organización y astucia. Hace mucho escribí algunos consejos que los pueden ayudar a tomar mejores decisiones en sus viajes. Si les interesa lo pueden leer aquí… link.

El estar en una ciudad, país, o continente que no conoces te obliga a hacer las cosas de manera distinta. De cierta forma aprendes a enfrentar tus temores, porque nadie más lo hará por ti. Es una experiencia de aventura y supervivencia contemporánea. Pero tampoco se confíen, aventurarse a lo desconocido puede ser muy excitante, más también hay que ser inteligentes y no exponerse a peligros innecesarios. No caminar solos de noche, o entrar a lugares que se vean malvibrosos, no se dejen llevar por el encanto de lo desconocido y acepten cosas de extraños que parecen tener buenas intenciones, sean precavidos e inteligentes. No es por miedo, pero como dicen “más vale prevenir que lamentar”.  

Viajar es una herramientas que de una forma u otra propicia el autodescubrimiento, pasar tiempo contigo mismo y llegar a conocer quien eres realmente para así aprender a amarte desde la raíz. Mis experiencias de viaje se han convertido en recuerdos atesorados. Memorias que de vez en cuando regresan a mi y me hacen sonreír por el pasado, reflexionar sobre el presente, y estar expectante del futuro. Por eso y muchas otras cosas me encanta aventurarme en un viaje.

Todos pueden aventurarse a lo desconocido, pocos permiten que eso los cambie. Déjense llevar por lo que el mundo tiene que ofrecerles. ¿Qué están esperando?