Lo que aprendí creciendo con la música de Taylor Swift
Por Paulina Jiménez
Esta semana México fue bendecido. Por primera vez en su larga trayectoria musical, Taylor Swift se presentará en nuestras tierras. Para quienes hemos sido fans por mucho tiempo se siente como estar presenciando un momento histórico. Es algo que nunca creímos que llegaría y que, a decir verdad, no sabemos si volverá a ocurrir (pero estamos cruzando los dedos).
Aunque muchos de los swifties llegaron en la era de Reputation en el 2017 después del drama con la familia Kardashian-West, otros han estado aquí desde el 2014 cuando salió 1989 y algunxs desde antes incluso, desde el 2009 con Fearless y el icónico video de You Belong with Me.
En lo personal, yo me consolidé como swiftie cuando salió Red, aunque recuerdo perfectamente tener varias canciones descargadas ilegalmente en mi iPod antes de que saliera ese disco (sorry Tay). Desde entonces, he crecido con su música. Me he identificado, he especulado de su vida amorosa a través de sus canciones y sobre todo he agradecido el poder presenciar a una artista talentosa que logra expresar lo que muchxs sentimos y que no alcanzamos a poner en oraciones coherentes.
Parece fácil explicar lo que Taylor ha logrado. Para mucha gente, es sólo una artista pop más. “¿Qué talento de composición y lírica puede tener alguien que escribió haters gonna hate, hate, hate, hate, hate?”
Lo que Taylor me enseñó
Taylor Swift es para las girlies. Para las que sienten mucho, que no les da miedo admitir que aman el amor, que a veces idealizan y a veces dan por sentado. Taylor ha logrado plasmar la experiencia femenina a nivel racional y emocional. Su propia experiencia dentro de la industria musical nos ha dejado muchos aprendizajes.
En muchas ocasiones ella nos ha mostrado lo que implica ser una mujer exitosa en tu ámbito. El tener que atravesar el machismo para que tu trabajo sea tomado en serio. Sabemos que Tay goza de muchos privilegios comenzando por su belleza hegemónica y su clase social, pero dejando lo obvio de lado, es una persona que año tras año y éxito tras éxito ha tenido que demostrar que su talento es válido, que su trabajo es más que solo “escribir sobre sus ex” y eso sin mencionar las veces que ha sido ridiculizada por su vida amorosa y personal. Como si querer tener una relación bonita y amorosa te hiciera menos capaz.
Como sabemos por las regrabaciones de sus discos, o como cuando fue acusada de “ambiciosa” por querer que las plataformas de música pagaran justamente por las reproducciones de canciones a los artistas, ella ha logrado realizar cambios significativos en la industria de la música. También en Miss Americana (Netflix) resaltó las diferencias de cómo se mira el éxito entre las carreras de artistas masculinos y artistas femeninas. Cómo las mujeres deben reinventarse 10 veces para ser evaluadas al mismo nivel que los hombres. Y por cierto, también gracias a ella es que adoptamos el concepto de las “eras” musicales.
Taylor está tan en contacto con su lado emocional y es tan autoconsciente que, como les decía al principio, sus canciones logran explicar esas sensaciones y pensamientos que cruzan nuestra mente en momentos muy específicos. Para cada situación, hay una canción de Taylor Swift que lo explica. De hecho, al crecer con su música, en muchas ocasiones ha lanzado canciones que, sin saberlo, llegan en el momento perfecto.
A pesar de lo fuerte que ha sido juzgada por la industria, de haber dudado de sí misma y de todas las altas y bajas que ha tenido que cruzar, ella sigue luchando por su pasión que es la música. The Eras Tour es el mejor ejemplo de ello. Y yo, por lo mientras, de ella aprendí que está bien defender lo que crees, que hay un super poder en usar tus emociones para conectar con los demás y que sentir mucho no es una debilidad, es una fortaleza.
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