Por qué la gente que trabaja en la moda casi nunca se viste a la moda
Por Fernanda Rodríguez
Cuando comencé a estudiar diseño de modas, yo juraba que todos los que trabajaban en la industria — diseñadores, periodistas, estilistas — se vestían como fashionistas todos los días. ¿Por qué no habría de pensarlo? No se supone que si te gusta tanto la ropa como para dedicar tu vida a crear, vender o analizar elaborados atuendos y espléndidas telas, ¿tendrías que querer usarlas tú también? Que si conoces todos los desfiles, marcas y últimas tendencias, ¿tendrías que reflejar ese conocimiento en tu propia imagen?
Al principio de la universidad, me esforcé más que nunca en mi vida por lucir «fashion». Nunca he vuelto a despertarme una hora antes para maquillarme, hacerme rizos en el cabello y planear con máxima dedicación atuendos complejísimos como lo hice en mis primeros semestres. Y no es que esta loca idea me hubiera surgido sola. En parte las películas ayudaron, pero además, era algo que incluso algunos profesores nos decían.
Tuve uno en particular que recuerdo que te pasaba al frente del salón y le pedía al resto los compañeros que dijeran «qué estaba mal con tu atuendo» o en qué no te hacía «parecer un diseñador de modas» para transmitirnos que era importante reflejar lo que hacíamos. Y a ver, aunque entiendo de donde venía, hoy pienso que este mensaje estaba bastante corto y, la verdad, lejos de un panorama completo (además de que sus métodos eran bastante cuestionables, pero bueno, eso da pa’otro artículo).
Conforme fui aprendiendo, me di cuenta de que, en realidad, muchas de las personas más conocedoras y expertas en moda, no se veían «a la moda». Lo pongo entre comillas porque a lo que me estoy refiriendo es más bien a un look extravagante — lo que esperaríamos más de un influencer que de un diseñador.
Jonathan Anderson vistiendo básicamente lo que es el uniforme de director creativo 2024
Cualquiera que haya visto una pasarela de Alexander McQueen, Jonathan Anderson, Silvia Venturini o el que sea, sabe que al final de un desfile impresionante, repleto de magníficas prendas y estilismos extraordinarios, va a salir un diseñador en un suéter y jeans a dar las gracias. La mayor parte de los periodistas, diseñadores, gente en PR, en marketing o en producción, no se visten como carteleras de sus marcas. Que de menos no fuera de su tiempo libre.
Creo que ahí está el pequeño detalle que la gente — como yo al principio de la universidad — olvida. Las personas que trabajan en la moda, están trabajando. No son celebridades yendo como invitados a una pasarela. Están en jornada laboral. Cosiendo, sacando fotos, dando el «queue» a las modelos o tomando notas para enviar a la oficina. Eso sin contar que, efectivamente, muchos ESTÁN en la oficina.
Como casi todos los trabajos que involucran investigación, marketing o diseño, estos requieren que una gran parte del tiempo estés sentado en un escritorio. No todo se trata de la pasarela o del fashion week — es más, de hecho muy poco se trata de eso. A menos que hablemos de un influencer o una modelo, a la mayor parte de la gente que trabaja en la moda, no le pagan por cómo se ve, sino por lo que sabe hacer. Y este «saber hacer» muchas veces se hace más fácil en hoodie y pants.
Por último, no olvidemos que no todo el mundo participa en la moda de la misma manera. En lo personal, desde que trabajo en esto participo en el discurso de maneras muy distintas a como lo hacía en la universidad. Cambié mis rizos y mis elaboradas combinaciones de la mañana por unas botas y looks monocromáticos. Jamás me volvería a poner tacones de más de 4 centímetros y ahora si me despierto de buenas, con suerte y me pongo rimmel. Sin embargo, conozco mucho más de ropa y de la industria de lo que lo hacía a los 17 y mi análisis de lo que significa la vestimenta es mucho más profundo. Mi dinámica con la moda ha cambiado y seguramente lo seguirá haciendo.
Creo que la gente que sabe más de moda precisamente no cumple con los estereotipos porque saben que esta dinámica es solo suya. En ese sentido, que la moda te guste del diario, los fines de semana o nomás para verla en pinterest, es más que suficiente.
Sigue de cerca el trabajo de Fernanda en @ferrodriguezcal
