Proponerse bajar de peso, neutralidad corporal y cómo relacionarnos mejor con nuestro cuerpo: Una conversación con Morrita Gordita
Por Paulina Jiménez
Con el año nuevo llega el impulso de querer darle un giro a nuestra vida. Crear hábitos nuevos, probar cosas que nunca hemos hecho antes y nos inunda la sensación de “mejorar” a cualquier costo.
¿Quién sería yo en mi “mejor versión”? El mundo nos atiborra con mensajes que indican una “mejor versión” sobre todas las otras: la que baja de peso.
El famosísimo Imperio Romano de muchxs y que está presente todo el año, pero, al comienzo del mismo, es cuando más nos rodeamos de mensajes, artículos, recomendaciones y promociones de gimnasio que nos recuerdan que ha pasado un año más en el que nuestro peso sigue siendo un problema que atacar… que mejorar.
Platiqué con Salma y Mara, activistas corporales en @morritagordita de Monterrey y CDMX respectivamente, sobre por qué sentimos tanta presión de proponernos bajar de peso en año nuevo.
¿Por qué cada año nos proponemos bajar de peso?
Durante mucho tiempo nos hemos rodeado de la cultura de la dieta que nos ha enseñado a sentirnos inconformes con la forma y el peso que tiene nuestro cuerpo. Crecer en los 2000 fue vivir rodeada de rechazo hacia cualquier talla mayor a la S, los cuerpos de Andy Sachs al principio de Devil Wears Prada o Bridget Jones eran considerados gordos y los mensajes que nos rodeaban en los medios nos alteraron el cerebro -casi- para siempre.
Creciendo de esta forma, es difícil no haberse propuesto bajar de peso aunque sea una vez. “Es muy común. Nosotras, aún cuando ya habíamos comenzado el proyecto de Morrita Gordita, platicábamos entre nosotras sobre comenzar el año haciendo dieta y haciendo ejercicio. Realmente el tener esta plataforma nos ha ayudado mucho a dejar atrás estas ideologías tóxicas y violentas. Poco a poco hemos pasado nuestro camino de deconstrucción y de sanación.” — nos cuenta Salma.
”No recuerdo un año donde no me haya propuesto bajar de peso y tampoco cuando fue la primera vez que me lo propuse” — rememora Mara. “Es castigarte, es condicionarte, es ignorar la diversidad corporal […] Es tanto el bombardeo mediático que aún con nuestra cuenta, a veces pienso: ¿y si me lo propongo otra vez? Es una programación difícil de dejar atrás.”
Comenzar el año pensando en que te portaste mal y por eso tu castigo es hacer ejercicio y estar a dieta es totalmente contraproducente asegura la activista regiomontana. ”El deporte y el ejercicio son cosas que uno debe hacer porque quiere hacerlo y no porque siente que tiene que hacerlo. Con estas ideas, no estamos disfrutando de nuestro cuerpo y de lo que puede hacer… y son ideas que nos acompañan más allá de enero. […] Si disfrutaste lo que comiste y lo que hiciste, ¿por qué crees que mereces un castigo?”
Personalmente, yo aún me encuentro en el proceso en el que intento deconstruir la forma en la que veo el ejercicio. Toda mi vida he visto el ejercicio como una consecuencia de un “mal comportamiento”. ¿Cómo comenzar a verlo de forma diferente?
De acuerdo con Mara y Salma, la inconformidad con nuestro peso tristemente es una mentalidad que se hace presente durante los 12 meses. “La comparación es el ladrón #1 de la felicidad. Nunca vas a estar contento contigo mismx porque siempre vas a estar comparándote con X, Y y Z […] Lo que Mara y yo siempre decimos es que no se trata de amar a tu cuerpo todos los días, porque eso ni siquiera es realista, pero tienes que aprender a respetarte, aceptarte y a cuidarte escuchando a tu cuerpo.” — afirma Salma.
Mara, la activista capitalina, reflexiona sobre cómo uno de los problemas con este tipo de propósitos reside en la necesidad de perfección. La frustración proviene de todas las veces que, por una u otra razón, no lo hemos logrado y nos sentimos un fracaso por ello. “Tenemos que ver de dónde vienen nuestros propósitos, incluso si parecen más ‘inofensivos’ como querer correr 10 km. ¿El propósito proviene de compararse? ¿de querer sentirse más fuerte? ¿de explorar los límites de lo que podemos hacer? Debemos pensar qué es lo que el propósito nos va a dar y procurar que sea algo positivo también para nuestra salud mental.”
En mi experiencia, el tema viene de la forma en la que relacionamos el ejercicio y el cuerpo. Muchas veces creemos que alguien que se ejercita es por qué su enfoque principal es modificar su cuerpo, no alcanzamos a ver que el ejercicio también puede ser sinónimo de otras cosas. Para Mara y Salma, es imposible asumir que existe un sólo tipo de cuerpo que asegure salud y capacidad para ejercitarse y por lo tanto no hay una forma correcta de cómo debe verse el físico de una persona sana y que se ejercita.
“También hay que recordar que no sólo existe el gimnasio o el ejercicio de alta intensidad […] Existe el yoga, pasear a tu perro, bailar, caminar, el chiste es el movimiento.” – afirma Salma.
¿Y qué pasa con quiénes quieren cambiar su cuerpo? No es que su objetivo esté mal pero siempre hay formas saludables (física y mentalmente) de lograrlo. Como contraste del rechazo al cuerpo nació el body positive, que para muchxs ha sido una bendición y para otrxs, un problema más que encontrar en sí mismxs.
“Mara y yo comenzamos Morrita Gordita con esa idea de ‘ama tu cuerpo todos los días sin importar lo que pase’ y nosotras ni siquiera vivíamos así * risas* […] No es algo realista y además es súper dañino. Crees que si no amas tu cuerpo estás fallando y entonces ni lo amas ni lo odias, no lo puedes mejorar y no lo puedes amar tal como es y te sientes como un fracasado para ambos lados.” – reflexiona Salma. “Los dos lados son igual de dañinos, porque ninguno es realista. […] Si amas tu cuerpo algunos días está increíble, pero las emociones humanas existen, y si un día no te sientes igual, no te sientas mal al respecto.”
Si sentimos que el body positive no corresponde a lo que necesitamos en ese momento, Mara nos aconseja lo siguiente: “Tal vez esta mentalidad no resuena con nosotras, pero es un gran punto de entrada. Al llevarte mal con tu cuerpo, toparse con una ideología tan amable y amorosa puede ayudarte a arrancar en tu paso por el mundo de la aceptación corporal. […] En Morrita Gordita creemos en aceptar nuestro cuerpo tal cual es y las fluctuantes emociones que a veces trae consigo. No siempre amaremos nuestro cuerpo y está bien.
¿Cómo se borran años de adoctrinamiento? ¿Cómo comenzar a darle un switch a la forma en la que pensamos y deconstruir el cómo nos relacionamos con nuestro cuerpo y su peso? Mara y Salma nos dan sus recomendaciones:
Salma: “Haz actividades que te hagan sentir conectadx con tu cuerpo. No necesariamente tienen que ser actividades fuertes, puede ser desde caminar, pasear con tu perro… el chiste es buscar esa conexión contigo […] También, algo que yo pongo en práctica es evitar subirme a una báscula. El pesarme, ver subir y/o bajar mi peso me lleva al mismo ciclo y a repetir hábitos negativos.”
Mara: “Totalmente, deshazte de la báscula. Hay que recordar que la forma en la que percibimos nuestro cuerpo tiene que ver con la gordofobia y con la violencia estética. Creo que una de mis mejores recomendaciones es el adentrarte en estos temas que pueden ser incómodos, pero recordemos que muchas veces donde se encuentra la incomodidad es donde está el cambio. […] Yo recomiendo mucho el hacer también una limpieza de redes sociales, donde sigas a creadores de contenido que realmente te aporten a lo que tú estás buscando. Y sobre todo, ser muy compasivo contigo.”
Si algo nos han enseñado estas activistas corporales, es la importancia que tiene el tener una comunidad para convivir, empatizar y escuchar historias diferentes a las nuestras, pero que se unen en un mismo hilo de rechazo a los cuerpos que habitemos. Un hilo que día con día trabajamos en darle la vuelta.
Morrita Gordita es una plataforma mexicana de aceptación corporal y antigordofobia creada en 2021.
*Las citas de la entrevista fueron editadas por temas de longitud y/o para mejor comprensión del texto.*
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