La semana de la moda regresa en formato presencial ¿la necesitamos?

Por Melissa Jáuregui

La semana de la moda regresa oficialmente el día de hoy 7 de septiembre en su formato presencial en la ciudad de Nueva York, -y mi Carrie Bradshaw interior no puede evitar, pero preguntarse-, ¿necesitamos una semana de la moda presencial en medio de una pandemia? Después de más de un año con pasarelas y shows virtuales, ¿es necesario volver al formato presencial?

Con alrededor de 1,725 muertes al día en Estados Unidos (reporte de el New York Times al día 31 de agosto) y alrededor de 986 muertes al día en México (según el secretario de salud Hugo López-Gatell al día 31 de agosto) ¿estamos preparados para regresar a los eventos presenciales?

Sin ponerme demasiado política, en México alrededor del 25% de la población ha sido vacunada con ambas dosis, lo cual no representa ni la mitad del camino, ni la inmunidad de rebaño que tanto nos prometen va a llegar. Mientras que en nuestro país vecino apenas alcanza el 52.4% de vacunados con ambas dosis.

¿Estamos cerca de acabar con la pandemia? Es como una película de terror con un final interminable, como aquella película que ha marcado mi vida, “La Bruja de Blair” parecía que no tenia fin, pero ¡oh spoiler alert! si tuvo un final. No cuando yo pensaba, no cuando yo quería, pero finalmente acabó. Así como esta metáfora tan sosa, la pandemia eventualmente acabará, pero no es hoy, mañana, ni el próximo año.

La semana de la moda en medio de una crisis, podría verse como un lindo placebo de autorregalo. Nos encontramos en un duelo colectivo, vidas perdiéndose, trabajos desmoronándose, la economía muriendo, pero la semana de la moda invita a personalidades, influencers y periodistas de moda a reunirse en eventos, fiestas y presentaciones sin mucha conciencia al respecto.

Puedo entender porque a veces los que están fuera de esta industria pueden percibir a la moda como superficial y trivial, sin embargo, adentrándome en mis raíces de diseñadora, también es difícil para quienes vivimos de esto. Trabajos que necesitan más que nunca estar presentes para una estabilidad que de pronto pareciera borrosa en el futuro. Hablando específicamente de México, el valor anual del mercado de la ropa es de 16,000 millones de dólares, según la feria de Intermoda. En el caso del textil, la industria aporta el 10 % del Producto Interior Bruto (PIB) manufacturero de México y 2 % del PIB en general y genera 1,3 millones de empleos, sobre todo para mujeres, que son las que sostienen a sus familias, de acuerdo con datos de la Canaive. En pocas palabras, México necesita estas industrias para sobrevivir.

En la pérdida de la normalidad, después de un año y medio de pandemia, -que parece una década realmente-, ¿la semana de la moda volverá a ser lo mismo? O mucho de lo que conocíamos, ¿ya no será?

Me encuentro en una encrucijada, ya que como espectadora, lo último que pienso es en asistir a eventos de moda con mucha audiencia, pero como diseñadora sé que es necesario para que la industria tanto global como nacional sobreviva.

De cualquier manera, la moda y su calendario en la velocidad que iba, ya no era sostenible desde hace mucho tiempo atrás. Esto ha servido como una pausa necesaria para repensar los desfiles y la manera de presentar un show porque ¿para quién realmente son los desfiles de moda? ¿Para los espectadores como nosotrxs a través del lente de una cámara, videocámara o incluso un reel de 30 segundos? -y se nos hace mucho tiempo invertido-, ¿para los críticos y analistas de la moda para ver los contextos culturales?, ¿para las grandes firmas?, ¿para quién?

Por otro lado, la semana de la moda no tiene relevancia en el consumo de hoy en día, mientras que los diseñadores presentan colecciones que estarán listas para venderse dentro de 6 meses, los consumidores están acostumbrados al ahora fast fashion con un click de compra al instante. No encaja en un mundo digital donde podemos tener todo a la mano a través de las pantallas.

Es evidente que no es el mismo sentimiento ver un evento de moda a través de una pantalla, a diferencia de estar en persona viendo detalles, texturas y todo el universo de una marca de moda, pero hoy en día, ¿a qué costo?

No logro decidir mi postura, ya que, por un lado, la semana de la moda ha tenido que aprender a comunicar a mayores audiencias por medio de los canales digitales, no solo aquellos que podían asistir en vivo, que evidentemente tenían accesos privilegiados, así como “contactos” en la industria. Por otro lado, solamente somos humanos y necesitamos conexiones reales entre tanta tecnología.