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La relación entre la moda y la edad

La relación entre la moda y la edad

La relación entre la moda y la edad

La relación entre la moda y la edad

La relación entre la moda y la edad

Por Alina Tijerina

El día de ayer me encontraba en una fiesta de una amiga (muy mal civil de mi parte, lo admito) la cual tenía como código de vestimenta el usar trajes, o sea, saco y pantalón. Para mi grupo de diseñadoras de moda fue un reto que tomamos con alegría y que desempeñamos con toda creatividad, pero para los otros invitados fue algo más opcional. Después de unas cuantas horas de estar conviviendo entre botellas, alrededor de la una de la mañana se nos acerca un chavo, ya con unos cuantos tragos encima, y nos dice “me encanta cómo ustedes son el grupo de alternativas.” No sé si era verdad o si solo era el alcohol hablando, pero nos envolvimos en una conversación con él en la que nosotras también halagábamos su vestimenta y comenzamos una discusión sobre moda, como suele pasar. Dentro del rebote de ideas él nos dice: “Yo solía ser alternativo, pero como ya tengo 27 años ya no puedo vestirme como niño de 15, tengo que adaptarme al mundo de la adultez.” Fue como un trigger para todas nosotras; nos pusieron un cohete en la espalda que nos llevó a darle la pep talk de su vida en la que lo alentamos a nunca dejar atrás la diversión de vestirse como él quiera por el simple hecho de la edad. Y sobre todo que 27 no es para nada “viejo”. 

Anudado a este evento, algo totalmente no relacionado, es que también he estado viendo la nueva serie And Just Like That, misma que propone la continuación de Sex and the City, y he leído todas las notas que salen al respecto criticando los looks que se ven en los personajes. Como era de esperarse, la crítica va directamente a la edad de las, ahora, tres mujeres que viven en la ciudad de Nueva York siendo fabulosas y atravesando la vida a sus 55 años. Se hace muchísima referencia a la serie pasada con un sentido un tanto nostálgico de cómo es que en ese entonces sí les quedaban esos looks y ahora simplemente no están “vistiendo para su edad”. Entonces con lo sucedido en la fiesta de ayer, la cabeza me explotó un poco con el tema de edad y moda. Para empezar, ¿Ya estoy entrando en esa etapa en la que la gente se queja de envejecer? Y dos, ¿Se me empezará a limitar mi expresión a través de la moda por crecer? 

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Durante toda mi vida he escuchado comentarios que hacen referencia a la edad de una persona, usualmente una mujer, y la ropa que trae puesta. Si ésta consiste de prendas ajustadas o escotadas, prendas con mucho brillo, mucho color, zapatos de tacón alto, o ropa llamativa en general, la crítica siempre estará ahí lista para ser lanzada. Supongo que la barrera de la edad siempre ha estado ahí, pero nunca había sido dirigida hacia mí y es por eso que no lo había notado. Pero, como buena Géminis curiosa que soy, me metí a investigar sobre la relación que la moda comparte con la edad y, debo admitir, estoy en shock, más no sorprendida. 

Los datos los saqué de un capítulo del libro titulado “Fashion and Age. Dress, the Body and Later Life” escrito por Julia Twigg en el 2013 y el cual recomiendo ampliamente si desean investigar más sobre el tema. En este capítulo, el cual se llama “Fashion, the Body, and Age” menciona cómo es que al vestirnos en el día a día, practicamos normas y límites culturales, mismos que no tenemos siempre conscientes; y uno de esos límites, de los más importantes, es la edad.

Tenemos que entender que estos límites que menciono siempre se encuentran dentro de una sociedad que está influenciada por el lugar que habitan, las tradiciones en su cultura y cómo la gente se relaciona también en cuestión de género. En el caso de México, nuestra sociedad nos presenta una disfunción en el tema de género el cual sí incluye muchísimas “reglas” para la mujer que envejece. Pero más allá de nuestro entorno la moda, de forma globalizada, nos dicta muy claramente que el momento de envejecimiento comienza después de los veintes. 

Si el consumidor se basa en tendencias para inspirar su estilo, ¿Cómo encontrarán inspiración las mujeres mayores si no se ven representadas en ningún lado?

Es increíblemente común ver diseñadores tomar inspiración en mujeres jóvenes, rara vez vemos en pasarela mujeres arriba de 30 años de edad. Hasta hace poco, en una que otra, pudimos ver caras famosas de mujeres que ya se encuentran en sus 50-60. La moda está fuertemente orientada hacia la juventud; la publicidad que vemos en todos lados nos demuestra una mujer joven vistiendo prendas con estilo. Para nuestro mercado está excelente, una forma de situarse en esa imagen y poder visualizar usar esas prendas, pero para mujeres mayores de edad es una forma de invisibilizarlas. Es como si la moda nos estuviera diciendo que no existe el más allá de lo que ellos dictan juventud, y es ahí donde está el problema. Si el consumidor se basa en tendencias para inspirar su estilo, ¿Cómo encontrarán inspiración las mujeres mayores si no se ven representadas en ningún lado? Es como si se les pidiera de forma sútil que se retraigan y no fueran expuestas como solían hacerlo cuando eran jóvenes. Pero no puedo imaginar una vida en la que se me quite la libertad de usar lo que quiera, o que tenga que pensar en límites, más allá de los que ya tengo por ser mujer, para ser “aceptable socialmente”. Me rehúso a pensar que el estilo que pasé años construyendo tenga que desaparecer mientras yo envejezca porque simplemente ya no soy lo suficientemente joven para portarlo; qué triste vida sería la de no poder ejercer mi personalidad y mi creatividad por medio de la ropa. 

Ahora, así como existe un incremento en el movimiento para hacer la industria de la moda más positiva en cuanto a las tallas, también lo está siendo en cuanto a la edad. Al parecer se están encontrando íconos en la moda que son mayores de 20 y que no temen a expresarse por medio de su clóset. Sin embargo, la escritora Julia Twigg menciona que por más que esto sea algo positivo, viene con muchas consecuencias de por medio. Por ejemplo, se aplaude a una mujer mayor vestida a la moda, sin embargo se le exige que aún así no muestre escotes, que esté flaca, siempre bien presentada en cuanto a maquillaje y peinado, etc. Es como si se abriera la puerta a una oportunidad para luego apuñalarla por la espalda con críticas y críticas. 

Entonces, ¿tenemos que bajar nuestro nivel de estilo al crecer? La respuesta, socialmente hablando, puede ser que sí; pero la mía, si es que les interesa, es que la moda no deja de ser parte de la persona por más grande que ésta sea. Sociológicamente hablando, la moda es vital para poder estudiar a la humanidad y para poder congeniar unos con otros; abandonar el estilo personal por la edad es solo una forma de morir más rápidamente, una forma de desaparecer, y ese no es el propósito de la vida. No creo que deba existir un límite de edad para divertirse con las prendas de nuestro clóset, con disfrutar de salir de compras y sentirse increíble al portar algo nuevo, a recibir halagos sobre el look que escogimos y sentirse orgullosa de ello. Tengo esperanza en que cada día ignoramos un poco más a la industria tan dañina que es la de la moda y retomamos esos constructos malos para hacerlos nuestros; unos que nos liberan y no limitan en la vida que deseamos vivir y cómo vestir en ella.

@alinatijerina

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