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Es oficial: Me retiro de las dating apps y te cuento por qué

Es oficial: Me retiro de las dating apps y te cuento por qué

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Es oficial: Me retiro de las dating apps y te cuento por qué

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Por Pame Clynes

Dicen que las dating apps son un numbers game. Encontrar a una persona, potencial para una relación seria, es casi casi como comprar un boleto de la lotería y ganar. Una de mis mejores amigas dice que las dating apps son como comprar en el rack de las rebajas. Tienes que estar buscando y rascándole horas hasta que de pronto, con suerte, encuentras algo que te gusta. Eso justo es parte del gancho diabólico de las dating apps. Te venden la idea de que vas a encontrar el amor, el match perfecto, cuando realmente lo único que buscan es que sigas ahí (cult-ish much?) pues la misma app, así como cualquier otra, se alimenta de data points. ¿A qué me refiero? Cualquier usuario activo que esté usando una app, abriendo sesión, comprando, jugando, en este caso dando swipe/haciendo match… el algoritmo va acumulando puntos, ósea, información para análisis de data, a.k.a the money maker. Se los pongo así, a ninguna de éstas le conviene que todos sus usuarios encuentren pareja, se salgan y las borren de sus celulares. ¡Dejarían de existir!

No sé ustedes pero yo ya llegué a mi límite, en completo desgaste emocional, mental y físico. El otro día vi un post en Instagram de una cuenta que me encanta que se llama @yourdiagnonsense (de Todd Baratz: psicoterapeuta y experto en relaciones de pareja), que decía que los solteros nos merecemos una medalla de oro por todo lo que tenemos que aguantar en este mundo del swiping. Estoy completamente de acuerdo con él. ¡Está de miedo lo que hay allá afuera!

Por cierto, antes de que se piense que las mujeres la tenemos muy fácil, think again, compartimos el mismo postre de vulnerabilidad que los demás.  En esta era de likes, las mujeres tenemos las mismas probabilidades de rechazo. Cabe recalcar que en Bumble nosotras damos el primer paso para abrir la conversación.

A nosotras también nos pasa que nunca te contestan

A nosotras también nos ‘ghostean’

A nosotras también nos eliminan de la nada

A nosotras también nos hacen love bombing (cuando te bajan la luna y las estrellas y luego desaparecen)

Nosotras también vivimos catfish (cuando se hacen pasar por otra persona)

A nosotras también nos usan para coleccionar matches

A nosotras también nos piden nuestro IG sólo para tener más followers

Y, encima de todo tenemos que aguantar recibir insinuaciones indecentes y  unsolicited dick pics. Hombres paren!!!!!

Dicho esto, ahí les va mi experiencia y las razones por las que me salgo del juego con bandera blanca, pues lo que me están vendiendo no me está generando conexiones reales, al revés, el trato que recibimos (uso ya plural porque no soy la única) es como si las personas fuéramos desechables.

Por alguna extraña razón, no sé si sea algo generacional, pero entré tarde a este juego. Cuando empezaron estas apps yo estaba completamente en contra de usarlas. Confieso que me daba pena que me vieran ahí, y también porque tenía la esperanza de poder seguir ligando a la antigüita, o como hoy se dice IRL (in real life).

The 29 Best Dating Apps for Picky Swipers | Best dating apps, Dating apps,  Online dating profile

Pre-pandemia

Decido abrir por primera vez Bumble a mis 35 años, pre-pandemia, con esa actitud de no tengo nada que perder y con cero expectativas de encontrar al “amor de mi vida”. Una amiga mía era la directora de marketing en ese entonces y me invitó a una fiesta del lanzamiento de Bumble en México. Claramente nos obligaron a bajar la aplicación para entrar a la fiesta. Ella me dijo que necesitaba que alguien como yo (anti dating apps) usara la app para pasarle feedback, comentarios, experiencia, etc. Por lo que empecé a verlo como un experimento social. Corte A ya estaba haciendo mi perfil y escogiendo mis mejores fotos. De entrada ya contaba con rango de edad, diferentes nacionalidades, niveles de educación, intereses personales, gustos musicales, hasta religión. Saqué mis mejores armas para demostrar mi inteligencia, ser interesante, divertida, abierta, guapa… y así resaltar de las demás. No soy de las que solo escribe ‘holi’ y ya. Realmente le dedicaba tiempo a cada match, buscaba esa carnita para abrir el espacio a una conversación valiosa, y me funcionó. Empecé a tener dates como pan caliente. A veces tres en un mismo día. Literal me invitaban a salir de una, y NO a un vil café o por una chela. Estos hombres se ponían creativos. Desde ir a bailar salsa al Salón Ríos, hasta irnos de pinta un martes cualquiera para ir a Six Flags. Y después de casi un año de usar la aplicación, tuve un golpe de suerte y que me gano la lotería, pues si encontré el amor, un gran amor, pero no me duró.

La diferencia antes de la pandemia es que todos los matches que hacía estaban dispuestos a conocernos en persona. Digo, para eso estamos en una dating app ¿no? Para salir. Creo que antes había más interés que ahora. Ya si después de la primera date no hay química, es otra cosa, pero por lo menos estaba esa disposición que me parece bastante atractiva. Creo que no hay nada más atractivo para una mujer cis/hetero que un hombre con iniciativa.

Pos-pandemia (dos años después y no sé qué está pasanda)

Unos meses después de cortar con mi novio regresé a Bumble esperando encontrarme con la misma suerte que antes, y oh, sorpresa, como la canción de Luis Miguel, nada es igual. El juego cambió, salvo para los que solo buscan un one night stand. Ahora resulta que querer conocer a alguien en persona es de desesperadas, justo el que más quieres que te conteste no lo hace (típico), buscarlos por Instagram tampoco jala, aún cuando ellos mismos comparten su cuenta en su perfil, pasarles tu celular para seguir la conversación por Whats es muy rápido, la cantidad de hombres casados que NO están en relaciones abiertas es estúpida y el ghosting y las cuentas fake están a tope.

Hace unos días estaba escuchando un podcast que se llama Sounds Like A Cult, y tienen un episodio donde comparan las dating apps con sectas, y mencionan que uno de los ganchos de la app Raya, al tener usuarios famosos, es mantener en loop esas cuentas donde el “famosín” te sigue apareciendo varias veces para que sigas dando like y sigas conectada a la app. Luego luego me acordé de una amiga que me platicó que le aparece el actor de la serie New Amsterdam varias veces, pero nunca hace match con él. 

Otro ejemplo de esto, un gran gancho de Bumble es la parte donde por cada chat que abras apoyas una causa específica. Te dan la opción de escoger desde salud femenina, educación, derechos humanos, etc. Sin embargo, por un lado no te dicen cuál fundación(es)/proyecto social específico, y segundo, nunca me ha llegado ningún tipo de notificación que me haga saber que realmente están donando dinero a la causa.

De cuando sientes que tu edad ya no es atractiva

En una conversación de sobremesa con unas chavitas que no conocía, me di cuenta contra quién competía y llegué a la conclusión de que mi edad y mi situación no es nada sexy para estas apps. Estas mujeres de 28, 29, 30 años también buscan a los de 40, y por dentro solo pensaba ¿Qué hacen nadando en mi alberca? Váyanse al chapoteadero (risas).

Literal una mujer divorciada y con hijos tiene más probabilidades de conseguir pareja en una app que yo que tengo 38 años, nunca me he casado, no tengo hijos, y quiero casarme y formar una familia. Hear me out!

El pool de los hombres de 40-45 años, la mayoría ya están divorciados, la mayoría ya tiene hijos y la mayoría ya no quiere tener más.

El pool de los hombres de 30-35 años, la mayoría busca algo casual, la mayoría no se quiere casar, la mayoría no quiere tener hijos. La mayoría sigue en el desmadre total.

Los hombres de 35 a 40 años, con los que más he salido y el rango de edad que busco, la mayoría no sabe lo que quiere, y la mayoría no sabe si quiere tener hijos. Para este pool, ¿qué mujer es más atractiva? La chavita de 28, 29, 30 que todavía no sabe si quiere algo serio, o la de 38 que ya se quiere casar, y que le queda poco tiempo para tener hijos. La respuesta es obvia.

Tim Lahan - Creepy dating apps | Tim lahan, Illustrators, Animation

Game over!

Después de varios intentos fallidos -cuando digo varios estos son mis cálculos reales. 136 matches en total desde que abrí Bumble, de esos, 98 abrí chat, 73 me contestaron de regreso, 47 (incluyendo a mi exnovio) llegué a conocer en persona- me retiro del juego en paz de saber que lo intenté siendo una gran jugadora, pero en el fondo soy una hopeless romantic que sigue creyendo que puede conocer a alguien formada en la fila de la farmacia. In real life!

Instagram: @pameclynes de @peacewithpain

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