El desfile de Dior en tres actos
Puntos importantes para conocer el trasfondo de la presentación de Dior en México
Por Melissa Jáuregui
La tan anticipada pasarela de Dior en México vino a generar un gran debate que desató una guerra de desinformación en redes sociales. Entre algunas opiniones, reacciones y pensamientos polarizados, ha sido muy interesante conocer la perspectiva de distintos medios, críticos y público en general respecto a la presentación de la firma francesa en México.
Para mi sorpresa, y para muchos otros, el cierre del desfile generó muchos sentimientos encontrados. ¿Era necesario el performance? ¿Estaban preparados para crear una guerra mediática? ¿Esto es parte de la estrategia? ¿Le corresponde a una marca de lujo protestar algo que no comprende? Entre muchos cuestionamientos y pensamientos divididos, una cosa es cierta. Cada comunicador, periodista, creador de contenido, medios y críticos dieron su punto de vista desde sus posiciones y realidades.
En este sentido, la lucha constante para el periodista es la objetividad. Algunos debaten que existe y es uno de los principios más importantes de ser un buen periodista, mientras que otros entienden que de alguna manera siempre se borran ciertas líneas pues somos humanos y estamos repletos de referencias y vivencias distintas que se reflejarán en nuestra postura.
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“La objetividad son los hechos. Frente a la polémica de que si el periodismo es subjetivo porque en realidad terminamos opinando, o es objetivo porque no debemos opinar, yo sostengo apegado a los hechos y apegado a las normas de las reglas del periodismo, que la objetividad periodística sí existe, y consiste en ceñirnos precisamente a los hechos, en no inventar, no manipular los hechos de manera que queramos ingenuamente inducir al lector a pensar o llegar a determinada conclusión, y digo ingenuamente porque un buen periodista está convencido y nunca va a perder de vista que hay una persona más inteligente que él que se llama lector, y que es anónimo”, destaca Pablo Espinosa, periodista cultural.
Con esto en mente, me parece importante resaltar tres puntos valiosos para conocer más sobre los motivos, objetivos y el trasfondo de todo lo que sucedió el pasado 20 de mayo en la capital del país como resultado del desfile de Dior.
¿Por qué una marca de lujo como Dior presentó su desfile en México?
Principalmente hay que entender por qué la casa de moda decidió hacer su presentación crucero 2024 en nuestro país. Si bien, la firma francesa tiene historia con México y Maria Grazia Chiuri ha reiterado lo mucho que se siente inspirada por las tradiciones del país, esta no es la razón por la que han creado un evento de tal magnitud en territorio mexicano.
En el marco del evento “Mercado de Lujo: Las nuevas reglas del juego”, organizado por la Cámara de Comercio e Industria France México (CCI France México) celebrado a inicios de este mes, se dio a conocer que México se posiciona como el país líder de Latinoamérica en el consumo del sector de lujo, alcanzando un valor de 14 000 millones de dólares en 2022 y tomando posición en el número 15 dentro del listado global de países que más compran productos y artículos de lujo.
“Para nosotros y para las empresas francesas del sector de lujo, México es extremadamente importante al ser el primer mercado de lujo de América Latina. Es un mercado al que todas las marcas quieren entrar porque puede ser la puerta de entrada hacia América Latina. Es un mercado fácil de entrar con costos bajos”, señala Camilo Daza, director regional de Dior México y representante del comité de lujo de la CCI France México.
Además, en el evento se adelantó que el mercado de lujo en México tendrá un crecimiento del 12 % este 2023, cifra que representa el doble de lo que crecerá Brasil, país que cuenta con el doble de habitantes que México. Este aumento estaría impulsado por el avance de plataformas digitales y el turismo de extranjeros en nuestro país.
Con estos números en mente, Dior no solamente ha comenzado su estrategia de penetración del mercado mexicano de lujo con la presentación de su desfile, también ha pisado fuerte en el norte del país tras la apertura de su primera boutique en Nuevo León que se llevó a cabo esta semana. Tienda monomarca que representa el primer espacio de la casa francesa en la región del norte, sumando 3 establecimientos dentro de la departamental de lujo El Palacio de Hierro: Guadalajara, Ciudad de México y Monterrey.
Una visión de México desde una mirada extranjera
La inspiración para esta colección fue México. La firma francesa plasmó y reinterpretó elementos de la cultura mexicana como un homenaje hacía el país. Entre los principales temas destaca la famosa pintora mexicana Frida Kahlo, la mariposa monarca, la charrería y el legado textil y artesanal de México.
Brisa Álvarez, directora de la agencia MM Runway y CP México, empresa de servicios de casting encargada de llevar el proyecto en México, aseguró que, para la búsqueda de modelos, la firma decidió solicitar personas con altura de 1.75 a 1.78 centímetros con caderas entre 88 y 90 centímetros, requisitos comunes en la industria del modelaje, que contaran con un perfil “Mexican heritage” o “Latin heritage”, intentando evitar a las personas rubias o caucásicas.
“Durante un par de horas les explicamos que en México la altura promedio es de 1.60 centímetros para mujeres y las caderas miden entre 90 y 100 centímetros porque así es la morfología mexicana. Me parecía que evitar esto (personas caucásicas) era reforzar el cliché del ‘look mexicano’, por lo que pedí aclarar la realidad del talento en el país. Les dimos una explicación geográfica sobre la diversidad de perfiles en todo México, para que entendieran que no es un país uniforme y la multiculturalidad es lo que impera en esta nación. En una semana nos respondieron que adaptarían los requisitos del casting. Esto incluía: todo tipo de pieles, cuerpos y rostros, la altura se bajó hasta 1.68 centímetros y la talla de cadera se subió hasta 95 centímetros. Además se nos solicitó compartir el casting con todas y cada una de las agencias del país, sin importar nombre, prestigio y locación. Toda chica que considerarámos interesante podría ser propuesta para Dior”, señaló Álvarez.
Después de entregar 3 rondas de casting y precasting presencial en Guadalajara, Monterrey y Ciudad de México, se confirmaron 150 modelos para hacer un fitting en un taller que la casa de moda montó para poder adecuar la ropa al cuerpo de cada una, de las cuales se elegirian 110 personas finales. La fundadora de la empresa de casting resalta que había al menos 20 máquinas y 50 costureros.
“La diseñadora buscaba gente con rostros fuertes como Frida, así que fue un casting bastante complejo porque se buscaba que todas tuvieran un aire de ella. Personalidades fuertes, andróginas, cejas, miradas”, agrega la empresaria.
Al final, se confirmaron 60 modelos mexicanas, 30 latinas, 10 americanas, 5 europeas y 5 asiáticas.
La moda como medio de protesta
La culminación de la anticipada presentación de moda internacional estuvo a cargo de la artista y activista feminista Elina Chauvet, quién conceptualizó “A corazón abierto”, una obra conformada de 20 vestidos de muselina de algodón blancos provenientes de los archivos de Dior, bordados con palabras, frases, ilustraciones y símbolos en hilo rojo por la artista en conjunto con 16 mujeres bordadoras.
Esta iniciativa se desprende de la obra “Confianza” que Chauvet inició en 2013 en memoria de la artista italiana Pippa Bacca, quién se fue de Italia en 2008 vestida de novia para promover la idea de la paz universal y fue víctima de feminicidio.
Elina es reconocida por su movimiento “Zapatos Rojos”, que busca visibilizar y concientizar sobre la violencia de género y los feminicidios en México. En este proyecto, cada par es donado y teñido de rojo para representar a una mujer víctima de feminicidio o desaparición.
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En el cierre del desfile, las 20 modelos portaron zapatos rojos con una flor de piel que incluía perlas bordadas para continuar con el mensaje mientras el performance estaba musicalizado por “Canción sin miedo” de la compositora mexicana Vivir Quintana, que se ha convertido en un himno de protesta contra los feminicidios del país.
Esta canción que fue petición de Mon Laferte, se presentó por primera vez en el Festival Tiempo de Mujeres interpretada por la artista chilena-mexicana, Vivir Quintana, el coro El Palomar y más de 70 artistas mujeres. Este evento se llevó a cabo en el marco del Día Internacional de la Mujer de 2020, año que también se realizó el primer paro nacional de mujeres en México.
Para esta sección, me acerqué con Elina Chauvet para tener una breve conversación sobre su perspectiva, opinión y explicación en general de la obra y las reacciones polarizadas que ha generado esta misma. Me contestó muy amable que sí, sin embargo, después de días me dirigieron con una persona de relaciones públicas de Dior en México, ya que ahora ellos tomarán todas las entrevistas.
Para esta última nota, la periodista Carolina Ortiz logró una entrevista con Chauvet a solo días de haberse realizado el desfile, donde la activista explica como se creó la colaboración, el significado de algunos de los bordados y su opinión acerca de las críticas que han surgido respecto a este performance. Aquí pueden leerlo.
Como punto final, hice una breve encuesta a algunas mujeres sobre qué pensaban de este cierre. Más que su opinión, me enfoqué en sus emociones. ¿Qué les hizo sentir? ¿Qué emociones desprendió este impactante performance? Esto contestaron:
“Me entristeció. Me dio coraje porque con la lucha sobre los feminicidios no se debe de lucrar”.
“Hubo piezas que me gustaron, pero tengo sentimientos encontrados”.
“Yo vivo en Canadá huyendo de la inseguridad de México. Me gustó que se visualice a nivel mundial”.
“Se siente casi como una burla”.
“No me hizo sentir nada. No sentí dedicación, ni entrega creativa para toda la colección”.
