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¿Qué podemos hacer para apoyar la situación de Bangladesh?

¿Qué podemos hacer para apoyar la situación de Bangladesh?

¿Qué podemos hacer para apoyar la situación de Bangladesh?

¿Qué podemos hacer para apoyar la situación de Bangladesh?

¿Qué podemos hacer para apoyar la situación de Bangladesh?

Por Francelia Bahena¡Alo lectores de Noise Mag! Feliz noviembre. Espero que tu mes se acompañe de muchas buenas vibras, sobre todo en este momento mundial donde los conflictos armados se vuelven cada vez más agresivos e impredecibles.

Y precisamente hoy vamos a abordar el tema focal de las últimas semanas dentro de la moda y sostenibilidad: la huelga de trabajadores de fábricas textiles en Bangladesh, y lo vamos a hacer desde una perspectiva social porque es completamente necesario dar este contexto para entender realmente cómo ayudar y por qué es importante ayudar.

Primero el contexto

Antes de empezar te voy a dar un contexto rápido de qué es lo que está pasando por si aun no te has enterado: desde finales de octubre, los trabajadores de la industria textil en Dakka, Bangladesh (el sector de maquila textil más importante en ese país, que representa el 85% de su producción y venta anual) entraron en huelga, dejando de trabajar para exigir un aumento salarial del 300% debido a la inflación del país, que imposibilita el acceso a servicios e insumos básicos.

Específicamente, los trabajadores exigen un aumento de 8,300 takas mensuales (1300 pesos mexicanos) a 23,000 takas mensuales (3,600 pesos mexicanos), sin embargo, las negociaciones con los líderes representantes de las fábricas no han avanzado pues el máximo aumento que ofrecen ha sido de 10,400 takas (1,600 pesos mexicanos), una burla en comparación al aumento que los trabajadores exigen.

Luego de que los sindicatos rechazaran este aumento, continuaron con el paro y entonces la desgracia empezó, debido a los levantamientos en contra de la policía, fallecieron dos trabajadores y ahora mismo el gobierno de Bangladesh demandó a 11,000 trabajadores por incitar a la violencia con estas movilizaciones.

Tras esos sucesos, la huelga continuó y se informó a las autoridades que 150 fábricas cerrarían sus labores de forma indefinida hasta que cedieran en las negociaciones. Sin embargo, dos de las principales fábricas en Dakka: Sterling Group y Hameem Group continuaron operando (ambas proveedores de H&M, GAP y Zara según sus páginas web oficiales *pretends to be shocked*), lo que agregó tensión a la problemática y generó más levantamientos.

Bangladesh garment factories go green to cut costs | Context

Demanda por los derechos laborales ¿Capricho o necesidad?

Esta exigencia no es un capricho, es una NECESIDAD inmediata y urgente para los trabajadores. Según la calculadora de costos de vida Expatistan, para tener una calidad de vida saludable, donde se incluyen costes de alimentos básicos, vivienda, transporte, ropa, cuidado personal y entretenimiento, un persona que vive en Bangladesh gastará alrededor de 50,237 takas (7,900 pesos mexicanos) al mes, es decir, un trabajador textil de Bangladesh apenas podría cubrir el 16% de sus gastos con el sueldo actual e incluso con el aumento que exigen, solo les alcanzaría a cubrir el 45% de sus gastos. Si a esto agregamos que la mayoría de los trabajadores deben mantener familias enteras con ese sueldo, el porcentaje se vuelve peor.

No es una novedad que el mundo atraviesa una gran crisis económica y la gran mayoría de las personas en el mundo se ven afectadas por la inflación, sin embargo, espero que viéndolo desde esta perspectiva puedas entender la magnitud y urgencia del problema que viven los trabajadores de Bangladesh, y que, como he insistido en algunas notas pasadas, no es un problema ajeno a nuestra realidad nacional.

De hecho, recientemente fue publicado el micrositio Hecho en México, desarrollado por Data Cívica y Pie de Página, un espacio online donde puedes encontrar tres reportajes y un videojuego para concientizar sobre la importancia de la industria textil maquilera en México y las condiciones en las cuáles se encuentra la industria. En el reportaje Maquila: Entre la tensión y los derechos, escrito por Daniela Rea, se deja ver la deficiente situación de las mujeres maquiladoras en uno de los centros maquileros más importantes de México, en Guanajuato, además de evidenciar, con números, el triste panorama laboral en sueldos (en parte consecuencia de la entrada del fast fashion a México).

Ahora sí ¿qué podemos hacer?

Hace un tiempo, cuando empezaba a investigar sobre moda, leí en algún lado que un “gran tip” para comprar ropa consciente era leer la etiqueta y si venía de Bangladesh, entonces no lo compraras, pues muy probablemente se había maquilado en una fábrica donde explotaban a los trabajadores (eso fue como en el 2015, cuando estaba muy fresca la tragedia de Rana Plaza y todo mundo satanizaba al fast fashion como si fuera el único responsable).

Me encantaría decirte que la solución es tan sencilla como eso, pero la realidad es mucho mas compleja pues actualmente ese tip, en vez de ayudar al objetivo final, (que es que las personas obtengan un pago justo por su trabajo y a su vez el resto del mundo revalorice la producción textil) únicamente lo terminaría perjudicando.

Los trabajadores de Bangladesh sufrirían más, pues eso significaría exponerlos a enfrentar una crisis económica aún más fuerte a la que ya se enfrentan y finalmente el problema de raíz no se solucionaría, pues las grandes cadenas de fast fashion simplemente moverían sus operaciones pero no las cambiarían, trasladando el problema a otra parte del mundo (coff coff, como Shein abriendo fábricas en México, coff coff), dejando a los trabajadores en una peor situación.

Por muy desesperante que suene, por muy fastidioso que sea esto que te digo, lo único que podemos hacer es cambiar el entorno inmediato con acciones individuales que eventualmente y a la larga se convertirán en acciones colectivas concretas, crearás comunidad y a partir de eso dar un ejemplo de cómo sí existen mejores prácticas, de cómo sí hay opciones, es decir:

  • Ser más consciente de lo que tienes en tu clóset para describir tu estilo y generar nuevas combinaciones que te permitan sacarle más provecho a tu ropa.
  • Investigar de espacios, marcas y proyectos alternativos en tu colonia y probar para saber si se adaptan a tus necesidades.
  • Aprender a reparar y upcyclear tu ropa o acudir con costureras que sepan hacerlo por ti.
  • SEGUIR EXIGIENDO A MARCAS DE FAST FASHION. No podemos satanizar su trabajo, porque en definitiva, como ya expliqué, eso no contribuiría a la mejora de condiciones de los trabajadores, pero tampoco seamos comodines con nuestras decisiones y sólo porque hicieron una sola cosa bien entonces ya darles un pase libre a continuar haciendo lo que quieran o a dejar de investigar y exigir transparencia constante en todos sus procesos ¡y cada vez más prácticas circulares que no dejen de lado a los trabajadores! Es necesario ser activos y constantes en esta exigencia de resultados.

Recuerda que tú tienes el poder de cambiar tu entorno inmediato, pero las empresas tienen la responsabilidad de cambiar el entorno global.

Probablemente llegaste hasta esta parte de la columna y pensaste que te traería soluciones mágicas pero es que eso no existe y precisamente por eso el problema es tan difícil de combatir. Como ves, la solución es lenta y a largo plazo, sin embargo muchas veces el sistema se aprovecha de que los cambios son lentos para detenerlos sin que nos demos cuenta, y por eso es necesario que apoyemos las huelgas de los trabajadores y nos movilicemos desde los espacios en donde sí tenemos injerencia.

Haznos saber qué opinas.

Links para saber más

https://www.infobae.com/america/mundo/2023/11/03/las-protestas-en-bangladesh-paralizaron-la-industria-textil-que-fabrica-ropa-para-las-marcas-mas-famosas-del-mundo/

Hecho en México, desarrollado por Data Cívica y Pie de página: https://hechoenmx.datacivica.org/

Sweatshops en México: https://noisemag.mx/2021/01/12/sweatshops-en-mexico/

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